Una vuelta a la cocina made in Italy no se la negamos a nadie, y es que no hay nada como un buen plato de ricas proteínas (o hidratos) del país de Sophia Loren para hacer que nuestras energías pasen de 0 a 100 en menos que la actriz italiana entonaba su «Zoo Be, Zoo Be, Zoo«. Una excusa para que nos pongamos guapxs y pongamos rumbo a Ozio Gastronómico, restaurante donde las materias primas priman (valga la redundancia) sobre cualquier otra cosa. F: Cortesía de Ozio Gastronómico

A un tiro de piedra de Cuatro Caminos, en la zona de Azca para ser exactxs, nos topamos con Ozio Gastronómico, un restaurante siciliano que más allá de volver a la carga con típicos platos italianos, desempolva las mejores recetas del sur del país alpino. Un negocio que, abierto hace un lustro en Palermo, daba el salto a la capital de la mano de su chef Dario Génova y el español Alberto Andolina, que han sabido dar en el clavo con una propuesta que nos llena el estómago y nos entra por los ojos.

Lxs fanáticxs de la segunda temporada de The White Lotus también se lo pasarán pipa en un Ozio Gastronómico que no se olvida de las preciosas teste di moro, que nos vigilan

Porque si algo hay que resaltar de Ozio Gastronómico, en un primer golpe de vista, es que la cuidada presentación del local es el mejor vehículo de una cocina que se vende sola. Un restaurante donde la luz es plena protagonista de una puesta en escena bien sabrosa, con guiños a Sicilia, al monte Etna, a esas teste di moro que dieron origen a una antigua leyenda…

Minuciosos detalles que en cocina no decaen, pues todas las materias primas se traen expresamente de Sicilia y alrededores para el disfrute de unos paladares que saben distinguir la diferencia. Porque si sus Martinas (pequeños bocadillos de masa frita de pizza con queso Stracciatella, una fina capa de Lardo encima y el relleno a tu gusto), el pulpito tostado con crema de garbanzos o los 3 Caponate se convierten en los mejores antipasto que poderte llevar al colmillo, reserva tus ganas para pizzas como la Santa Flavia, la Regina Margherita o la Rianata (la auténtica pizza siciliana); pastas como sus raviolis caseros rellenos de burrata y carpaccio, los linguine al ajo con limón y almendras tostadas o el busiato con pesto de Trapani; carnes como el corte de corazón de cadera con migas de pan aromatizadas y toque de limón o pescados como el bacalao con capa crujiente de aceitunas negras y palomitas de alcaparra fritas.

Si quieres un postrecito, no te olvides de pedirte cualquiera de sus gelati italianos artesanales o la ricotta de oveja azucarada con pepitas de chocolate, pistachos, sirope de naranja y galleta siciliana. Mamma mia!