El pollo frito, ese majar tan denostado a causa del fenómeno Kentucky Fried Chicken y que por fin ha alcanzado el reconocimiento que merece. Esa comida que, en plena pandemia, ha logrado el status de gourmet gracias al savoir faire de Daniel Viejo-Prado en Piel de Gallina, uno de los deliveries más apetecibles del momento en la Ciudad Condal. El chef, avalado por Martín Pimentel y Javi Cadahía de V de Vermut y Santi Ortiz del 33 by Santi Ortiz, ha conseguido el rebozado perfecto para empanar el pollo en el punto justo dentro de una hormigonera amarilla, indiscutible protagonista de su pequeño obrador-restaurante, perdido en las callejuelas de Poblesec. F: Cortesía de Piel de Gallina

Piel de Gallina inspira sus recetas en una tradición coreana muy arraigada: la de comer pollo con cerveza cada sábado

«La cuarentena me sirvió para encontrar el rebozado perfecto, que ha resultado ser una mezcla entre el clásico que hacía mi abuela para el pescadito frito y el típico coreano, en el que debes rebozar el producto durante siete minutos a 170º y dejarlo reposar un par más para darle un toque final único a 180º», cuenta Viejo-Prado. De hecho, Piel de Gallina inspira sus recetas en una tradición coreana muy arraigada: la de comer pollo con cerveza cada sábado, que aquí se institucionaliza a diario en forma de fast good con precios democráticos, tal y como manda la tradición del pollo frito.

Piel de Gallina, que para más inri tiene delivery propio –tal y como nos gusta–, funciona así a modo de monográfico del pollo frito que, gracias a su receta única, consigue el crujiente perfecto sin renunciar a la jugosidad de lo que hay en su interior, servido de tres maneras distintas: en cubos, en formato cachopo o en bocadillos. En Good2b nos quedamos con la primera, para así poder probar el máximo de recetas posible, algo que vale la pena, ¡creednos!

Piel de Gallina funciona a modo de monográfico del pollo frito que, gracias a su receta única, consigue el crujiente perfecto sin renunciar a la jugosidad de lo que hay en su interior

​Los cinco sabores que presenta la carta nos permiten viajar a través del paladar, algo tan valioso en estos tiempos de confinamiento perimetral. Piel de Gallina te hará volar sin escalas a Seúl, con su receta a base de soja, miel, azúcar moreno, polvo y pasta go-chu-jang de chile coreano picante y ajo, con toppings de jengibre fresco, cebolla tierna y arroz crujiente para equilibrar un ​picante moderado​; ​o a Tulum​ con sus toques de azúcar moreno, zumo de naranja, achiote, chipotle y ajo, y con toppings de piel de naranja, cebolla morada encurtida y cilantro que potencian un ​semi-picante ahumado​.

El viaje sigue con la receta ​Kentucky, a base de Jack Daniel’s, salsa barbacoa casera y pasta de maíz, ​y toppings como el maíz tostado, el cebollino y la cebolla frita; y llega hasta ​Bangkok​ con el pollo frito con soja, crema de cacahuete, pasta de curry rojo y hoja de lima kéfir, y toppings de cilantro, cacahuetes fritos con miel y piel de lima. Por último, ​la Casablanca es una receta perfecta para los amantes de las especias como la cúrcuma, el Ras el hanout, el cilantro y hasta el té de menta, acompañadas de toppings como el sésamo tostado y la menta picada.

Aunque el procedimiento y la técnica son claves a la hora de degustar el que probablemente sea el mejor pollo frito de la ciudad, la materia prima es también clave. El pollo de Piel de Gallina viene del Rey de l’Empordà, en libertad, pesa entre 1,6 y 1,8 kg y es proveniente de la granja avícola Maria de l’Empordà. Los dados vienen de partes variadas deshuesadas del animal, con predominancia del contramuslo (y su jugosiddad intrínseca).

El menú está pensado para ser degustado con cócteles como el Kikiri o el Chicken Skyn

Tal y como hemos comentado, el ​cachopollo​ y el ​Po’Boy​ son las otras dos propuestas que complementan los cubos de octavos de pollo. El primero resulta de la herencia natural de Viejo Padro, asturiano de nacimiento, el segundo es el formato bocadillo, elaborado con pan de La Fabrique.

El menú está pensado para ser degustado con cócteles, tal y como se puede adivinar por la afiliación de Santi Ortiz al proyecto. Entre ellos, destacan el Kikiri​, a base de Bacardi Carta blanca, Plantation Jamaica, Plantation Overproof, cordial de melón y pimienta de Jamaica; el Chicken Skyn​ con Jack Daniel’s, sirope de anís, tomillo limonero y agua cítrica; y el cóctel ​Mr.B​ con Skyy, sirope de cava, agua de menta, Lillet y sour.

El delivery de Piel de Gallina te costará 15€, que pagarás con mucho gusto pidiendo aquí.