Todo empezó a partir del carrito de golosinas de sobremesa que recorre la sala de El Celler de Can Roca.  No pudieron convertirlo en punto de venta ambulante pero sí en local. Hablamos de la heladería Rocambolesc, un pequeño, alegre y colorido espacio capitaneado por Jordi Roca que tiene revolucionado el mundo de la repostería. El pasado 27 de Julio inauguraron la primera heladería en Barcelona y la cuarta en España, formando parte del espacio gastronómico Ópera Samfaina del Teatro del Liceu.

Este local tiene en su estructura algo de mágico que recuerda a Charlie y la fábrica de chocolate o a los tebeos del doctor Franz de Copenhague, con un interiorismo firmado por Sandra Tarruella. Esto se traduce en estanterías repletas de tarros de caramelos, libros infantiles desperdigados, envases del último perfume que los hermanos Roca imaginaron a partir de uno de sus postres, espirales, engranajes, luces e incluso una máquina que elabora los helados.

La primera heladería Rocambolesc de Barcelona está situada en el Teatro del Liceu, formando parte del espacio gastronómico Ópera Samfaina

La oferta de sabores -no apta para golosos empedernidos- va desde el helado de chocolate con haba de cacao garrapiñada, chocolate, cookie de cacao y peta de choco, helado de leche de oveja y requesón con confitura de guayaba, leche caramelizada y algodón hasta el helado de manzana al horno con mantequilla caramelizada, entre otros muchos más. Pero no os lo perdáis: con motivo de la presentación de la nueva tienda, han sacado «El Velencoco» un helado diseñado a partir de un escáner y posterior molde en impresión 3D del cuerpo de Andrés Velencoso. ¡Menuda hazaña! Pero la cosa no acaba aquí. Cada uno de ellos puede ir aderezado con confitura de guayaba, nubes de azúcar, mini galletas de mantequilla, trocitos de manzana caramelizada, salsa de mandarina, gominolas de frutos rojos, salsa de chocolate, caramelitos crujientes, nubes de fresas y/o lichis.

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