Fabio Souza es el paradigma del street food. Su carrera se ha forjado y crecido alrededor de la cultura que envuelve la comida callejera en la mejor de sus versiones. A una formación formal en el mundo de la hostelería, que hace que acumule hasta cuatro másters en la materia, se le suma el hecho de haber sido el responsable de F&B del mítico festival Rock in Rio durante una década, y no solo en su Brasil natal, sino también en sus spin offs en Portugal y Las Vegas. La colisión resultante de su educación y la experiencia sobre el terreno –también ha trabajado en restaurantes de estrella Michelin como Limonn y en esta latitud ha liderado la cocina del Palau de la Música y el equipo de Moto GP– resulta ahora en Ruar, un compendio de sabores y experiencias callejeras servidas en un espacio lleno de trasiego y dinamismo. F: Todas las imágenes cortesía de Ruar

El street food de Ruar, que en brasileño significa «andar por las calles y otros espacios públicos a pie», bebe del país natal de Souza

El street food de Ruar, que en brasileño significa «andar por las calles y otros espacios públicos a pie», bebe del país natal de Souza. Así lo atestiguan sus coxiñas de pollo y queso, una especie de croquetas estilo carioca, que comparten carta con otras delicias para picar como las patatas fritas con cerdo desmigado y jalapeño encurtido o los nachos supreme, a los que no les falta ningún tipo de condimento. Y aunque los entrantes sean en sí mismo un bocatto cardinale de la comida callejera más exquisita, el plato fuerte de Ruar llega con sus bocadillos y burgers.

Ruar se presenta como una bocadillería gourmet que cuenta con una carta con 13 bocadillos, materia prima excelente y salsas elaboradas por el propio Fabio

Ruar se presenta sobre todo como una bocadillería gourmet que cuenta con una carta con 13 bocadillos, seis de los cuales son burgers y que se construyen a partir de distintas variedades de pan, materia prima excelente y salsas elaboradas por el propio Fabio. Entre ellos, el Kanguroo, de cerdo desmigado y cocinado a baja temperatura, cheddar cremoso, cebolla caramelizada y una excelente salsa barbacoa casera; La Trufada, una burger que viene con huevo y un boost extra de trufa y que se consolida como uno de los hits de la casa; el Como una cabra, una sabrosísima hamburguesa de ternera que se sirve con pan de brioche, queso de rulo de cabra, mermelada de bacon, rúcula y mayonesa casera; o el Sumo, con pan de molde tostado, panceta de cerdo cocida a baja temperatura, cebolla roja encurtida, ensalada de algas y salsa teriyaki.

Los postres, pero también los entrantes y bocadillos, están pensados para degustar con una carta de cócteles con un toque único y personal

Los postres siguen acumulando sabor y calorías a partes iguales. Hablamos de los míticos brigadeiros brasileños, la tarta de queso aderezada con una suerte de mermelada hecha a base de fruta carioca o su postre signature: el pastel de zanahoria con cascada de Nutella. Los postres, pero también los entrantes y bocadillos, están pensados para degustar con una carta de cócteles que van desde el Moscow Mule hasta la imperdible Caipirinha con un toque único y personal.

En un ambiente callejero no podía faltar un atrezzo ad hoc. Las paredes del local están forradas de graffitis hechos por artistas de renombre internacional como Samuel Feiria o Montse Moonie. Aunque, si lo que prefieres es probar estos bocatas en casa, como si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma, Ruar también dispone de formato delivery a través de Glovo.

Los precios de Ruar son callejeros como su espíritu, y es posible comer o cenar a partir de 15€.