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Ariana Díaz Celma

Uno de los hotspots de referencia en Good2b, La Cuina d’En Garriga, acaba de estrenar una merecida extensión: El Sifó d’En Garriga. Un restaurante con servicio ininterrumpido que, aunque con un marcado carácter joven y desenfadado -tan propio de los hermanos pequeños-, toma el nombre prestado del pasado más remoto de la familia que da nombre a ambos locales y apellido a Helena, su propietaria y alma máter. Muchos sabrán que su tatarabuelo, tras descubrir esta bebida gaseosa y sus propiedades curativas en París circa 1876 -antídoto perfecto para la más salvaje de las digestiones-, decidió abrir una fábrica de sifones y convertir el agua carbonatada en un referente para las generaciones que estaban por venir. Hoy en día, no sólo se pueden encontrar algunas de sus botellas cual reliquia vintage decorando La Cuina d’En Garriga, sino que también dan nombre a su hermano pequeño.

El Sifó d’En Garriga es un restaurante con servicio ininterrumpido que, a pesar de su juventud, toma prestado el nombre del negocio del tatarabuelo de Helena, su propietaria

El Sifó d’En Garriga se sitúa en el local contiguo a La Cuina d’En Garriga y, de hecho, se comunica por la parte trasera con el mismo, aunque respira una atmósfera más informal que su predecesor. El espacio es austero y sencillo, pero súper confortable y con un toque muy original fruto de la mezcla de muchos factores difíciles de adivinar a primera vista. Todos ellos otorgan un carácter único al lugar. El toque final lo ponen los baños, una visita obligada firmada por el arte del artista local Albert Madaula.

La carta es un fiel reflejo del local, sobria pero con un twist que convierte cada propuesta en única. El producto, como no, es el mismo que el de su vecino y hermano, aunque se aborda de un modo más gamberro -sin perder la clase innata de los Garriga-. Puedes empezar con aperitivos como el delicioso músico de frutos secos con especias, las patatas chips con lima y salsa picante o unas banderillas malagueñas; para así dar paso a una surtida sección de charcutería y quesos, dignos sucesores de su maestro y hermano. Destacamos la siempre apetecible mortadela trufada, el paté de campaña casero o el ya mítico brie trufado de La Cuina.

 

No osbtante, lo más sorprendente de la carta son sus platillos. Especial mención al humus de guisantes y la original ensaladilla de escalivada con bonito del norte. El roast beef de pluma ibérica, el tartar de salmón con hierbas y cítricos o la patata aliñada con sardina ahumada de Cantabria son también hits indiscutibles del este nuevo favorito de Good2b. La filosofía del Sifó d’En Garriga, que se podría resumir en ‘come rápido pero bien’, toma sentido al 100% con una escueta selección de sandwiches hechos a la plancha. ¿Ejemplos? El bikini de jamón cocido con manchego, el falafel con crema de yogur de soja o el emparedado de sobrasada, queso fresco y miel. Con tan apetitosos nombres, uno ya fantasea con el nivel de perfección de los postres. Y no es para menos. La crema de limón con sablé o el sumirati de café alcanzan la perfección de una comida sin pretensiones aunque exquisita en todo momento.

Los platillos del Sifó d’En Garriga dan personalidad a una carta a base de producto, trabajado con un twist sorprendente

Otros pequeños detalles que enamoran del Sifó d’En Garriga son su carta de smoothies bio o zumos licuados, que se mezclan sin pudor con otra de cócteles y chupitos, sin dejar de lado una acertada selección de vinos. El café de la marca Nomad no hace más que cerrar una comida perfecta, que se puede degustar por el módico precio de 20€ por comensal.

Photos © Cecilia Díaz Betz

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