Sol y Sombra ha tomado prestado el nombre de la bebida típica de los salones autóctonos y ha reinterpretado la España cañí de los toros de un modo sorprendente para crear una coctelería diez. El responsable del diseño del local es el prestigioso Tomás Alía, que ha sabido reinventar a la perfección las peinetas y el arte del rejoneo de un modo muy vanguardista.

Aquí se rompen los tabús de la España del pasodoble con peinetas a escala gigante de fibra de vidrio, azulejos de talavera, mobiliario de autor y tecnología LED con constantes cambios de luz. El local está pensado para tomarse una copa o un cóctel tranquilamente a primera hora, que cuestan alrededor de los 8 euros. También es un buen lugar para echarse unos bailes al final de la noche. Pero, sin duda, lo mejor son sus directos de jazz y flamenco todos los días a medianoche.

Entre su clientela seguro que ves alguna cara conocida y, dado la zona -en el corazón de Huertas-, bastantes extranjeros. El folklore más ancestral revisionado? ¡A por él!