Ubicado estratégicamente en el corazón del barrio de Sant Antoni, en el número 27 de la calle Marqués de Campo Sagrado, Sra. Dolores ha revolucionado por completo el panorama gastronómico desde su apertura el pasado abril. ¿Su secreto? Fusionar con maestría el encanto del vino natural y la exquisitez de la fritura ligera, dando lugar a un auténtico festín para los sentidos.

La freiduría de Mathieu Pérez propone una experiencia gastronómica donde la cultura de la barra se encuentra con los más refinados caldos regionales

Este establecimiento de fritura destaca por su singular churrera, que preside con elegancia una larga barra, desde la cual emergen todas las delicias culinarias de un menú cuidadosamente concebido con cocciones siempre fritas, pero ajustadas con precisión para lograr un resultado nada aceitoso. Además, la carta también ofrece una sección de crudos, una opción más fresca para aquellos que buscan equilibrar sabores. Y la combinación de texturas y sabores…uf. Todo resulta estar meticulosamente pensado para ser acompañado con la selecta variedad de vinos naturales, principalmente regionales. La experiencia en Sra. Dolores es, en esencia, un viaje culinario auténtico.

La carta del restaurante ya presenta platos insignia, auténticos clásicos instantáneos que definen la esencia de la casa. Entre ellos, destacan los churros de patata, la lasaña frita y los arrancini en sus variadas formas, una especie de delicia italiana elaborada con los sobrantes de risotto y que ofrece diferentes rellenos según la temporada. En el siempre cambiante menú de Sra. Dolores, impreso en folios a la antigua usanza, se encuentran otras curiosidades culinarias, como el corazón de pato con romesco, el bacalao frito en salsa de tomate, las mini gambas fritas con salsa tandoori o el falafel casero. Para refrescar el paladar entre actos, la carta incluye opciones como la ensalada polaca o la de remolacha, así como el ya legendario apio nabo con huevas de pescado. Además, siempre hay sugerencias del chef que varían según el mercado, la inspiración del día y el estado de ánimo, como la col rellena de ternera, la panceta con sobrasada y el pimiento frito relleno de judías verdes. ¿Quieres algo dulce? El flan de anís verde, el caramelo salado o el pastel de chocolate con crema inglesa ponen el broche de oro a una carta diseñada para ser disfrutada siempre en compañía de vino.