Os presentamos el Sticker, el nuevo restaurante al que debes acudir sí o sí en el barrio de las letras. Como bien indica el nombre, el local está lleno de motivos a modo de adhesivo, siempre relacionados con el mundo del arte, la moda, la música, el deporte, la decoración, el cine, la fotografía y, por supuesto, la gastronomía, todo al servicio de una clientela inquieta que busca cultura, diversión, buenos precios y, por supuesto, suculentas recetas.

Como habrás adivinado, el ambiente en el Sticker es desenfadado. Para empezar, sus camareros van uniformados con distendidas camisas a cuadros y zapatillas New Balance, que conjuntan a la perfección con su original menú y la divertida decoración a base de muebles nórdicos de los ’50, además de con exposiciones de toda índole, siempre de jóvenes artistas.

El chef Emilio Salas es el responsable de los fogones. Éste pone en práctica su experiencia en prestigiosos restaurantes como La Paloma o Martín Berasategui, para dar una vuelta de tuerca a los sabores tradicionales, que transforma en originales y ricas tapas. El menú cuenta con unos 30 platos, así que no te cortes, pide cuantas más cosas mejor. Se recomienda el croquetón de chipirones con un sorprendente alioli de pera, el vasito de tortilla de patata trufada en crema, la focaccia de solomillo con pistacho y cebolla confitada, las cerezas de foie o la hamburguesa con pan de mollete. De postre, es imprescindible el coulant de chocolate de Guayaquil con plátano. Recomendamos que riegues la comida con el champagne Pommery o con una cerveza Brabante.

Si pides platos de rigurosa carta, el Sticker ronda los 20 euros por persona, aunque a mediodía cuenta con un menú donde puedes elegir tres platos por 15 euros.

Pequeños bocados y grandes places en Sticker.