Chueca sigue candente en cuestión culinaria y es que si bien es cierto que en los últimos años ha perdido el empuje que situó al barrio como uno de los referentes a nivel gastronómico, parece que se resiste a perder el nivel con locales como Tampu, el peruano de moda.

Si disfrutaste de lo lindo en restaurantes como La Cevicuchería, ahora deberías seguir con Tampu, de sus mismos creadores. Un local que anotar en nuestra agenda foodie si lo que pretendemos es comer típica comida peruana pero con ese twist a innovación que tanto mola, tanto divierte y tanto sabemos disfrutar. Un restaurante donde en ningún caso se pierde la identidad propia peruana ofreciendo elaboraciones que gustan a cualquier tipo de paladar y donde la exquisitez de los ingredientes usados son su mejor baza.

No podrás volver a casa sin pedirte un pisco sour… ¡que no se diga!

Zamburiñas cubiertas de leche de tigre cremosa al parmesano con aroma de huacatay, puré de batata, brunoise de cebolla y crujiente de parmesano; sanguchitos de chicharrón de cerdo chifero con crema de batata dulce y sarza criolla, bombita de arroz con pato hechas al estilo norteño con cilantro, ají amarillo y cerveza negra, bañadas de crema huancaína; tiradito de carabinero en salsa de maracuyá con aroma de sésamo con su cabeza salteada al wok sobre noodle vermichelli, sedoso de batata, miel de rocoto y maracuyá, aguacate, cebolla morada y camaroncitos chinos crujientes; ceviche de corvina en una crema de cúrcuma y ají charapita sobre hoja de bijao tostada, acompañada de patacón de plátano macho, aguacate y mango verde; lengua de res cocida en salsa al estilo de picantería Arequipeña, acompañada de pastel gratinado de papa amarilla con queso fresco de vaca, leche, anís y puré de rocoto asado o cochinillo confitado al aroma de romero y jengibre con su piel crujiente sobre un quinoto al aroma del queso gallego arzua ulloa, picadillo selvático de cebolla, ají charapita y cocona, miel de cerveza roja con aguaymanto, frambuesa y cilantro que en ningún caso defraudan, alegrándote el día por puro amor a la cocina, a lo bien hecho y a un Perú al que nuestras papilas gustativas vuelven a caer rendidas.