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Ariana Díaz Celma

Aquellos que estén habituados a la jerga caribeña, sabrán que un tarantín es un chiringuito improvisado, un lugar de playa donde se vende algo de comida y bebidas. Los venezolanos Paola Di Meo y Miguel Portillo, con 28 años recién cumplidos, se han inspirado en el mítico negocio playero para abrir un restaurante de mismo nombre, del que se descuelga el apéndice ‘Serious Caribean Cousine’, una auténtica declaración de intenciones con la que quieren demostrar que, aunque desenfadada, la comida costeña también puede rozar la alta gastronomía sin demasiadas pretensiones.

De El Tarantín se descuelga el apéndice ‘Serious Caribean Food’

El Tarantín se presenta como una apuesta informal que rescata recetas tradicionales del Caribe en un espacio para 30 comensales, fresco y alegre, y repleto de plantas y elementos sin refinar, haciendo honor a los chiringuitos de playa que representa. Es así como Paola y Miguel, economistas de formación, dan rienda suelta a su vena más artística, y que se materializa con un restaurante en el que podemos aprender mucho de la comida caribeña y sus ingredientes. Ambos aterrizaron en Barcelona hará cinco años para formarse en materia de fogones hasta inaugurar el pasado enero El Tarantín, un restaurante que nos abre las puertas de una gastronomía a menudo desconocida en este lado del Atlántico. Mientras Di Meo se ha dedicado en el pasado a viajar por la geografía caribeña buscando puntos de unión entre sus gastronomías, Portillo es el encargado de materializar los procesos, dando como resultado un recetario muy personal, sabroso y divertido.

La propuesta de El Tarantín se materializa con entrantes -Abrebocas como ellos dicen- como las mariquitas, platanitos fritos con dip de frijoles negros; los bacalaítos, una especie de buñuelos de bacalao pasados por el filtro caribeño gracias a un chutney de piña; o el guapito, un tamal de calabaza y maíz con paletilla de cerdo y ají de leche. Todos, ellos, bocados intensos y originales, a los que les siguen principales igual de sugerentes, todos pensados para compartir y probar tantas recetas y sabores como el paladar permita.

El Tarantín nos lleva de viaje por Trinidad y Tobago, Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, Jamaica, Martinica o Guadalupe

Se puede continuar con delicias como el mofongo, un plato cuya patente se disputan la República Dominicana y Puerto Rico, y que se hace a partir de plátano verde frito machacado, con caldo, ajo, aceite de oliva y carne, que en El Tarantín toma cierta sofisticación gracias a la carrillera de ternera. Otros principales a tener en cuenta son la revisión del mítico -y a menudo demodé- cóctel del gambas, servido con ketchup amarillo y tabasco, mango verde y casabe de yuca; o el curry channa aloo, típico de Trinidad y Tobago, hecho a partir de patata y garbanzo. El punto dulce lo ponen postres como la panna cotta de lichis con coulis de flor de Jamaica y rosas, un dulce con un intenso y agradable sobor de flor.

Es así como la carta de El Tarantín nos lleva de viaje por Trinidad y Tobago, Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, Jamaica, Martinica o Guadalupe, y nos enseña los matices de cada uno de los países. Lo mejor es acompañar estos platos con uno de sus cócteles que sirven hechos a partir frutas naturales, o una de las cervezas de importación con las que cuentan en la carta.

Sentarse en la mesa de El Tarantín es un buen momento para probar la comida caribeña más allá de clásicos como la arepa y que nos lleva a descubrir especias como la pimienta de Jamaica, el clavo, la nuez moscada o la cayena picante, entre otras. Además, cada mediodía cuentan con una escueta selección de platos típicos del Caribe, cocinados como en casa, y dejando el punto de sofisticación para cuando cae la noche.

Lo mejor de todo es que El Tarantín te permite ir de viaje al Caribe por alrededor de 25-30€.




  • Horario: L Cerrado ı M-S 13:00-16:00 20:00-00:00 ı D 13:00-16:00
  • Teléfono: (+34) 629 15 40 75
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://eltarantinbcn.com/