Si el centro se ha convertido en el lugar donde lo festivo llega a su máxima expresión, los barrios colindantes se han transformado en zonas donde la gastronomía encuentra su mejor situación. Y no nos cabe duda alguna que la zona de Chamberí es y será, territorio más que acertado si lo que verdaderamente quieres es comer pero que muy bien. 

Producto y un ambiente absolutamente chic son las bazas de un Toque de Sal que nos deja tocados y rendidos a sus especialidades

Si paseas por el vecindario, poniendo rumbo a la calle Ponzano, te darás de bruces frente a Toque de Sal, un coqueto restaurante que tiene mucho de bistró (con el toque del diseñador de interiores Álvaro Oliver Bultó) y aún más de sofisticado comedor/taberna donde entregarte a los sabores más sugerentes. Un lugar que desde el desayuno a las sobremesas después de cenar, siempre tiene algo que decir.

De ambiente dinámico, servicio de sala atento a cualquier detalle y una carta que sin ser muy extensa tiene la opción perfecta a nuestra gula particular, visitar Toque de Sal es una experiencia que todo gastrónomo/foodie debería vivir una vez, al menos, al mes por interesante en su propuesta.

Platos como sus mejillones a la belga con patatas fritas, chupa chups de codorniz con salsa Pekín, foie gras de canard mi-cuit casero, berenjenas a la parmesana, ensalada de pollo trufado o de espinacas y queso de cabra, roast beef con salsa de zanahorias y aceitunas, cremoso de salmón y aguacate o su coulant de chocolate con helado de vainilla, si no puedes pasar sin postre y dulce, tienen la culpa de que no solo disfrutemos como niños con zapatos nuevos sino que el boca a boca comience a estar on fire.

Y recuerda que si no te decides entre tanto plato curioso por el que decantarte, siempre te quedará compartir que como todos sabemos es vivir y en Toque de Sal saben mucho de eso.