Te he hablado muchas veces de la importancia que tiene dejarse caer por los restaurantes de los hoteles, esos lugares a los que no crees que debas ir a no ser que te hospedes allí o te inviten a alguna boda o festejo del tipo. Pues bien, hoy cambiamos la hoja de ruta porque del mismo modo que uno disfruta en cualquiera de ellos, también lo consigue en los puntos gastronómicos que encuentras en los interesantes mercados madrileños o es que aún no has ido a parar en ninguno. ¿Comenzamos por Tripea?

Platos fijos y otros a capricho del mercado se encargan de alegrar las papilas de unos clientes que aplauden, de principio a fin, las fantasías del chef Roberto Martínez Foronda

Si eres virgen en esto de comer en mercados porque siempre has preferido un restaurante de mesa, mantel y silla (como toda la vida), te recomiendo que busques en tu gps el Mercado de Vallehermoso y pongas rumbo sin pensarlo a Tripea. El chef Roberto Martínez Foronda te espera con su barra abierta (y sus brazos aún más si cabe) para que disfrutes del exotismo de sus propuestas peruanas y del sudeste asiático pasadas por sus manos que merecen clasificación aparte.

Un pequeño pero muy coqueto espacio foodie que en perfecta simbiosis con el grupo Tiradito nos acerca una alta cocina de precios asequibles y mejor sabor mientras el reggae y el buen ritmo de su personal se ganan al cliente primerizo. Una única mesa larga dispuesta para 16 comensales ante la que Martínez pone todo su talento y fama (ganada en el no menos famoso Nakeima) con platos que no te esperas y elaboraciones que pocas veces habrás paladeado.

Productos de mercado de lo más frescos y rotundos a cada bocado como es el caso de su causa limeña con guiso de pata de cerdo y velo de papada ibérica, shiitakes al ajillo de jengibre con crema de huevo frito, ceviche wok de mejillones, jalapeños en tempura, tiradito de corvina con leche de tigre, gambas de Huelva con meunière de yuzu y ajo frito, tori karaage de corral, curri de ají de gallina o de sus postres banana tripcookie o spicy choco con galleta caramelizada y mermelada de aguacate. Sin palabras, speechless, mudos. ¡Gracias!