Si eres de buen comer y lo tuyo es entregarte al arte del yantar como si te fuera la vida en ello, Voraz es tu propuesta sobre la mesa. Un restaurante opíparo y disfrutón donde el objetivo es comer bien, acabar saciado y no aburrido con esas cartas interminables y variopintas que cansan hasta al paladar más todoterreno. F: Todas las imágenes cortesía de Voraz.

Voraz consigue que nos saltemos esa manía de fotografiarlo todo porque masticar y disfrutar es lo primero

La zona de Almagro se convierte, en esta ocasión, en el objetivo a explorar gracias a uno de sus restaurantes más pintones. El grupo Do Eat! pone toda su carne en el asador para hacer de Voraz uno de los puntos de encuentro más candentes del barrio… ¡y lo consigue!

Así, Voraz hace viajar a nuestro paladar por sabores y texturas de lo más reconocibles, pero presentados atendiendo a esa esencia tan mediterránea y tan exótica que, a la par, sacan lo mejor de cada plato. Una cocina decidida, que concilia y, lo más importante, diseñada para ser disfrutada del plato a la boca y no enfriada por su perfil más fotografiable.

Porque si en Voraz se cuida la estética y los emplatados, mucho más la conexión entre materias primas de aquí y de allá, que hacen del bocado un manjar de lo más delicado. Una verdadera ida de olla viajera de su chef Clark Deren, sin artificios, y dispuesta a homenajear a esos clásicos que han marcado, marcan y marcarán nuestra gastronomía hasta que dejemos de sentarnos a la mesa para comer. Es decir, nunca.

Un Voraz donde da igual si te pides unos puerros confitados con pesto rojo, un pulpo a la gallega, una caña de tuétano a la brasa con apio y pimienta, un steak tartar (terminado en mesa), unos torreznos con huevo campero de gallinas en libertad de “Cobardes y Gallinas” (tremendos, sus huevos), unos dados de solomillo de ternera de “La Finca” salteados con ajo y ajetes, un ceviche de corvina (también se termina en mesa) o una paella de pato, puerro, alcachofas y ajetes, pues todo está bien rico. Lo único que se te exigirá es que te lleves tus ganas, voraces, de disfrutar.