Desde la aparición del mundo online y las compras a través de un clic, nuestras costumbres a la hora de irnos de tiendas han cambiado sustancialmente. Un nuevo giro que los centros comerciales, que tan de moda estuvieron en los 90, parecen no encajar bien, pues estamos asistiendo a una absoluta transición a comercios más especializados que cumplen nuestras expectativas y no salen solo a nuestro paso para darnos de comer o dejar a los pequeños de la casa en la piscina de bolas más cercana. La exclusividad se antepone a la masificación y concept stores como WOW convierten lo físico en digital con solo pestañear. F: Cortesía de WOW

«Las tiendas físicas compiten con el mundo online y es importante que se vuelvan más atractivas para continuar a formar parte de la vida de ocio de las ciudades», explica el creador de WOW Carmelo Zappulla

Ubicada en lo que hace décadas era el magnífico (y protegido) Hotel Roma, WOW se gana el rango de hotspot definitivo gracias a su arriesgada propuesta. La primera tienda física del marketplace phygital, un proyecto impulsado por el expresidente de El Corte Inglés Dimas Gimeno y articulado para que de lo presencial se cambie a lo online, a través de unos sistemas interactivos de lo más innovadores. Una experiencia total que nos sumerge de lleno en una nueva manera de acercarnos a las tiendas y de relacionarnos con nuestro yo más consumista.

Seis plantas en plena Gran Vía dedicadas a las compras, y dos más para el emplazamiento más gastronómico (dirigido por Javier Goya y Javier Mayor, dos de los fundadores de TriCiclo), donde la aventura de elegir aquello que se viene a casa con nosotrxs resulta diferente y donde la apuesta por presentarlo al público es todo un verdadero espectáculo cambiante y con estilos y ambientes que van diferenciándose de unas plantas a otras. Marcas que siempre fueron digitales que se estrenan entre firmas físicas como las que más y unen fuerzas para crear una propuesta de lo más atractiva para un comprador millennial, de la Generación Z e incluso boomer, al que cada vez es más complicado sorprender.

Cosmética, tecnología, hogar, moda y gastronomía reunidas en un metaverso que podemos palpar o sentir virtualmente como nuestro, mientras nuestra cabeza comienza a fantasear con el infinito. Realidad y ficción bajo nuestros pies, un mundo paralelo de compras molonas y sensaciones únicas que solo percibimos cuando cruzamos las puertas de este espacio de concept retail en el que las horas se nos irán volando como cuando una tarde cualquiera nos vamos de compras por internet. Señoras, señores, ¡disfruten del show!