Comer bien en Madrid no es tarea complicada pero si lo que quieres es añadir un plus a la experiencia, la cosa cambia. Poner rumbo a Zitty es ponerse en camino hacia un destino cosmopolita donde el diseño del local no es otra cosa que el mejor encuadre para una selección gastronómica dispuesta al apetito del más sibarita pero con esa vuelta de tuerca informal que mezcla lo puramente nacional con el regusto internacional. Buena carta de presentación, ¿verdad?

Su amplitud de horarios y lo variopinto de su programación gastro/social han situado a Zitty entre los restaurantes donde ver y ser vistos

Situado en el número 128 de la calle Velázquez, Zitty es uno de esos sitios de los que todo el mundo habla y por el que uno se tiene que dejar pasar antes de que nuestro gusto más foodie se empiece a cuestionar. Un local tipo factory donde ya sea para desayunar, comer, picotear, realizar quedadas de intercambio de idiomas o celebrar al chín chín de deliciosos cócteles divertidos afterwork, el planazo está más que asegurado.

Si te dejas caer por allí y quieres probar su cocina, no dejes de pedir su pulpo a la parrilla con emulsión de patata y pimentón; lingote de micuit de pato con polvo de oro, mermelada de violetas y tierra de pistacho; lomos de sardina ahumada con pimientos asados y ralladura de lima; milhojas de solomillo con queso de cabra; terrina de cordero a baja temperatura; bacalao sobre torrija de pan brioche y crema de calabaza o el tremendo chipirón de anzuelo con verduras en tempura negro. Y eso que no has probado aún su brunch. Otro rollo.