Dicen que lo bueno, si es breve, dos veces bueno. Lo mismo podríamos decir con lo pequeño, pues nos hemos dado cuenta de que, generalmente, esos restaurantes casi diminutos, que parece que no tratan de entrarnos por los ojos por su grandiosidad y metros cuadrados sino por una propuesta gastronómica más impactante que el marco en sí, se convierten en el verdadero caballo ganador, la apuesta mejor jugada. Lo decimos teniendo en mente a Bizikletak, un vasco con pocas mesas pero con una propuesta de lo más interesante. F: Cortesía de Bizikletak

Calidad suprema y a un precio de lo más ajustado es lo que encontramos en Bizikletak, un vasco que mira al mundo

Un negocio surgido en Donosti que desembarcó en el barrio de Chamberí hace tres años y, desde entonces, nos ha alegrado más de una comilona. Un local donde precio y calidad van de la mano, no nos asustan al pedir la cuenta y donde Ainhoa e Isaac se encargan de que te sientas como en casa y disfrutes de un producto y una manera de hacer las cosas concienzuda y con mucho mimo. Cocina vasca, principalmente, aunque también descubrimos pinceladas de esa cocina internacional que tanto te gusta; que te permite descubrir giros hasta ahora desconocidos y cuyos platos, atención, no superan los ocho euros.

Mercado y temporada bien dispuestos sobre una mesa en la que nos topamos con opciones como la de su terrina de foie caramelizada con mermelada de ciruela, el rollito de arroz relleno de txangurro con salsa de jengibre, los raviolis rellenos de gamba roja con salsa de tamarindo, el steak tartar al humo, el roast beef de ternera en escabeche de romero y miel con helado de mostaza o el bao estilo Mexicano con crema de plátano y cebolla morada con cilantro. ¿Postre? Su brownie de chocolate negro con salsa de remolacha con jengibre y helado de pimienta de sichuan. Lo-cu-ra.