Comer langosta siempre nos pareció un placer de ricos. Un tipo de comida de lo más exclusiva, que fácilmente podríamos haber visto en aquellas cocinas de series como The O.C. o Gossip Girl, con las que salivábamos como seres imaginativos como somos. Ahora, ese placer de alto standing se democratiza en lugares como The Lobstar, una oda al crustáceo decápodo en su más natural (y sabrosa) presentación. F: The Lobstar

¿Eres de brunch? The Lobstar prepara los domingos de 10:30h a 13:30h uno de los desayunos-comida más ricos de la ciudad

Volvemos a Chamberí para disfrutar, que ya huele a fin de semana y se nos antoja comer por ahí. Por eso, qué mejor que deleitarnos con un bocado untoso que nos despierta ipso facto y nos hace paladearnos de gusto. ¿Dónde? En The Lobstar, otro de esos place to be a los que nos gusta volver una vez al mes para confirmar que todo está igual de bueno. Un restaurante donde tradición, cultura y cocina van de la mano, para traernos un bocado de lo más típico en la región de New England, cuando era temporada de vacaciones en la Costa Este.

El concepto de la Rocking Seafood® llevado hasta sus últimas consecuencias en un local que sabe a mar, donde el servicio es atento y cada ingrediente y cada mezcla no están por simple capricho. Un verdadero disfrute para unos sentidos que no dejan de palpitar con una propuesta sincera, consciente con el medio ambiente y en constante evolución, que se aleja de esa gastronomía de postureo que nos deja hambrientxs y de camino a la hamburguesería más cercana.

Un The Lobstar donde poder hincarle el diente a platos como sus croquetas de langosta con alioli de lima hecho en casa, calamares fritos con parmesano, sus macarrones con queso cheddar y pulled pork o la especialidad de la casa: el salmón bikini o, lo que es lo mismo, un brioche relleno de salmón ahumado con salsa Kane, aguacate, cebolla morada, apio y cebollino. Te los comerás de dos en dos.