La Lina, patatas bravas y demás picoteo para gozar
Tan importante como tener una frutería, una mercería, una carnicería o una pescadería de confianza es tener un restaurante de confianza, ese lugar al que ir en cualquier momento, porque te hacen sentir como en casa, y que se convierte por méritos propios en un indispensable de cualquier tipo de plan que te quieras montar. La Lina es uno de estos unicornios urbanos.
Y es que La Lina se ha convertido, en muy poco tiempo, en el punto de encuentro de lxs más listxs del barrio, pues hay poca gente que ya sea viviendo en la zona de La Latina o paseando por allí un día de Rastro o en cualquier otro momento, no se haya dejado caer por este restaurante tan pintoresco y a la mayor gloria de la actriz Lina Morgan.
Un acertado homenaje que ocupa lo que hace un tiempo fue la famosa cafetería del Teatro La Latina (propiedad de la artista madrileña), y que ahora supone la excusa para aquellas papilas gustativas con gran talento para distinguir dónde ponen las mejores raciones para compartir.
Un restaurante polivalente apto para cualquier plan que estés pensando hacer y donde la propuesta gastronómica no decae en ningún momento. Así, La Lina tiene toda la culpa de que no queramos salir del barrio, pues desde sus ya famosas bravas a sus copazos, pasando por una carta de lo más cuidado, con básicos que gustan a todo el mundo, es una delicia entregarse a este restaurante con una esencia tan de artista de revista (musical).
Si estás por Chueca, allí tienen otro local igual de pintón, igual de gluten free 100% y con opciones veganas para no parar
Un hotspot a tener en cuenta si te quieres llevar a la boca una ración de jamón ibérico con tostas o una tabla de queso curado con membrillo y nueces; degustar sus riquísimas croquetas de boletus con mayonesa trufada o las de chipirón con alioli, la ensaladilla rusa, sus mini tortillas de patata con cebolla acompañada de pisto manchego o sus lágrimas de pollo con salsa de mostaza y miel, para terminar con unas alcachofas con AOVE y ajo y limón, su tartar de salmón marinado con yema de huevo, la tempura de verduras con salsa sweet chili, la tosta de gambas y gulas al ajillo con alioli de yuzu o la de pollo braseado y brotes frescos con salsa de curry y mango o su hamburguesa La Lina, 200gr de solomillo de ternera con unas braviolis que quitan el sentido.
No se me olvidan sus bravas, que merecen un apartado diferenciado del resto, pues son la especialidad de la casa, y lo mismo te sirven para saciar los primeros acordes de ese hambre voraz que comienza a hacer tu rugir el estómago o para entregarte a su variada selección y, entre copas, marcarte una carta. ¿Las mejores? Las de salsa de queso cheddar y cabrales, las de salsa de mayonesa trufada, las de salsa tártara (con salmón) o las bravas de toda la vida, absolutamente adictivas.
Si te queda hueco para el postre, ataca la lemon pie o el coulant de queso manchego y empieza a hacer pasos para hacer mejor la digestión. ¡Viva Lina Morgan!
Detalles
- Dirección: Pl. de la Cebada, 2
- Horario: L-X: 18,30h a 00,00h; J: 12,30h a 16,30h y 18,30h a 00,00h; V-S: 12,00h a 14,30h y D: 11,30h a 00,00h
- Teléfono: 910 34 17 63
- Tipo: Restaurant
- Web: https://restaurantelalina.com/