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Ariana Díaz Celma

Grace Burgess ya no es solo la agente encubierta que trabaja como camarera en el Garrison Tavern de los Shelby en Peaky Blinders. El personaje, interpretado por Annabelle Wallis, es también el encargado de inspirar y poner nombre a Grace, el nuevo restaurante de Sant Gervasi-Galvany, un lugar de clara inspiración anglosajona de maneras refinadas, que apuesta por la proximidad y calidad en todos sus platos.

Grace cuenta con una carta elegante y mediterránea, basada en el producto y que huye de artificios más allá de los que la misma materia prima ofrece

Tras este pequeño secreto de la calle Calvet encontramos a Patricia Trejo, una abogada de oficio que -como Grace- es una mujer sofisticada, luchadora y con la dosis de emprendediduría necesaria para dejar una profesión que no le llenaba suficiente y dedicarse a lo que más le gusta: servir sus platos favoritos. Para ello, se ha unido al Roger Nasarre, chef acostumbrado a ensuciarse delantal en restaurantes como Arzak, Gorria, Akelarre o Rekondo. El resultado es una carta elegante y mediterránea, basada en el producto, que huye de artificios más allá de los que la misma materia prima ofrece. Este, pero, no es su primera aventura en conjunto, ya que el tándem también pilota el restaurante Minyam de Poblenou.

Grace es un lugar con clase y qué mejor para motrar sus British manners que abriendo boca con la ostra del Delta del Ebro Km 0 ahumada en mesa, con leche de tigre y pilpil; los mejillones escabechados en casa; la gilda clásica de anchoa y tomate seco, que eleva este clásico de la gastronomía patria a otro nivel; la croqueta de rape y gambas; la ensaladilla Grace de changurro y cangrejo real; o el original tartar de gamba sobre tortita de camarones, el tributo más elevado que este clásico gaditano podía imaginar.

Grace cuenta con cocina ininterrumplida, así que se postula desde ya como un firme candidato a favorito entre tardones y espontáneos

La clase y sofisticación en mesa siguen con platos algo más contundentes como el huevo frito con yemas de cododrniz y gambas con caviar, las vieiras con velo ibérico y chirivía; los linguine con almejas y vermut blanco; el aristocrático arroz de pato y anguila ahumada; o un impecable steak tartar cortado a cuchillo y preparado en mesa, que cuenta con un topping de trufa. En Grace, más es más siempre cuando a producto se refiere.


El dulce punto final lo ponen postres clásicos con una vuelta de tuerca como la tarta tatin con helado de vainilla de Sandro Desii o el tiramisú de pistacho de Valentina y Pasqualina. ¿Lo mejor? Grace cuenta con cocina ininterrumplida, así que se postula desde ya como un firme candidato a favorito entre tardones y espontáneos. La técnica de Nasarre no entiende de horas y eso es algo que nos gusta.

Grace se presenta como una oda a la elegancia y el buen comer, un espacio que nos traslada a la exquisitez de las primeras décadas del siglo XX, gracias a un diseño sofisticado pero sobrio e íntimo. Ajeno a las tendencias que replican espacios como clones, Grace se mantiene firme a sus principios e ideales, con una decoración que nos lleva al período de entreguerras del Londres más clandestuno y discreto. Paredes en tonos botella, madera de nogal, molduras elegantes y una luz cálida contribuyen a ello.

Comer, cenar o merendar en Grace costará a partir de 45/50€, siempre dependiendo del hambre y la sed del comensal.

Detalles




  • Dirección: C/ Calvet, 50
  • Horario: L-M Cerrado ı Mi-J 12:00-00:00 ı V-S 12:00-01:00 ı D 12:00-00:00
  • Teléfono: (+34) 639 40 59 21
  • Tipo: Restaurant
  • Web: https://gracebcn.com/