El Poblesec más remoto esconde un secreto que en pocas semanas se ha propagado como la pólvora. Se llama Alení, está escondido en el pintoresco patio del Hotel Brummell, único por su inconfundible aura bohemia y relajada. Las noches de verano son ahora más únicas e inolvidables gracias a los momentos que brindan los platillos que factura su cocina y que se preparan para ser degustados sin prisa y entre muchas palabras en el patio en el que ha encontrado hogar este nuevo miembro de la familia FUNKY. Haciendo honor a su nombre –Alení significa obvio en turco- en este tranquilo rincón del barrio encontramos precisamente esto: una idea sencilla, bien ejecutada y sin necesidad de disfraz.

Haciendo honor a su nombre -Alení significa obvio en turco- aqui encontramos una idea sencilla, bien ejecutada y sin necesidad de disfraz

Así pues, en esta terraza, pensada para saborear noches largas entre platillos, vinos naturales y brisa de verano, se factura cocina que va directa al grano, con producto de temporada, sin florituras y con mucha intención. Influencias de Oriente Medio, toques mediterráneos y una carta breve pero bien afinada definen el lugar, que ya se ha convertido en uno de los favoritos veraniegos de Good2b. Al frente del proyecto están Seyma Ozkaya, mente creativa detrás de FUNKY y creadora del mismo, y Dila Karpat, su chef ejecutiva, cuya pasión se ve impresa en cada uno de los platos. Juntas proponen un plan hedonista que podría arrancar con un plato a rebosar de patatas fritas caseras con salsa especial, acompañadas con ostras de Normandía #3 al estilo clásico. Opuestos, sí. Pero aquí, funcionan.

¿Más? El pan trenzado con mantequilla verde y anchoas no falla. Las gambas fritas, el sucuck shish (salchicha especiada turca que vendría a ser la versión más exótica del chorizo patrio), el cordero estilo Alení o la trucha con salsa turca y hoja de parra frita son algunos de los hits de la casa. Y como guiño local, no faltan el Manchego y la cecina virutas de almendra, perfectos para acompañar alguno de los vinos naturales que han escogido con mimo pero, sobre todo, con conocimiento.

Todo sucede al aire libre, a la luz de las velas y ese rollo íntimo que convierte cualquier noche en un buen plan. Alení no va de postureo, va de pasarlo bien, comer sabroso y alargar la sobremesa. Además, se puede cenar a partir de 30€, siempre dependiendo del hambre y la sed, lo que convierte este hotspot immediato en una opción económica si pensamos en la ecuación calidad-precio.

Aunque en su versión más nocturna, Alení desprende la filosofía FUNKY en cada detalle. Esta nueva apertura también gira en torno a la utilización de ingredientes frescos y de temporada, provenientes de productores locales. No en vano, su creadora y propietaria, Seyma Ozkaya, de origen turco y barcelonesa de adopción desde hace 15 años, refleja en este proyecto su pasión por la hospitalidad, por ejercer de buena anfitriona y cuidar cada detalle con mimo.