El pasado viernes 13 de marzo, justo un día antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma en todo el territorio nacional por un periodo de quince días que han acabado por convertirse en meses, tuvimos la suerte de descubrir y degustar un nuevo proyecto gastronómico que, con solo una semana de vida, ya prometía convertirse en sensación. Lleva por nombre ARIGATO Barcelona, y si es el primer restaurante que pisas tras la cuarentena, créeme, no te irá nada mal. F: Todas las imágenes de Raquel Bueno

ARIGATO Barcelona es el nuevo concepto de Cooking in Motion, el dúo gastronómico formado por el chef Sebastián Mazzola y la sommelière de sake Sussie Villarico

ARIGATO Barcelona es el nuevo concepto de Cooking in Motion, el dúo gastronómico formado por el chef Sebastián Mazzola y la sommelière de sake Sussie Villarico. Curtidos junto a Albert Adriá en los restaurantes 41º, Pakta y Tickets –Mazzola como cocinero durante más de tres años y como jefe creativo en los inicios del Pakta y el 41º, y Villarico como front of house– en 2013 formaron su compañía culinaria itinerante y se lanzaron a viajar por el mundo tal que nómadas, movidos por su pasión por la cocina nikkei y sus deseos de compartir.

En 2017 decidieron volver a Barcelona para abrir La Nave del Sake en una nave post industrial de Poblenou, una localización secreta en la que Sebastián da rienda suelta a su cocina experimental junto a la mejor selección de sake de la mano de Sussie; donde se organizan cenas privadas únicamente bajo reserva y con un máximo de 12 comensales por noche. Actualmente lo mantienen con clientes habituales que ya conforman toda una sociedad gastronómica, una especie de paraíso terrenal al que todo gourmet inquieto de la Ciudad Condal ha ido o se muere por ir.

Imprescindible degustar su despampanante versión del tiramisú con helado de café, bizcocho impregnado con espresso y crema de mascarpone y Frangelico

Su nueva apuesta, ARIGATO Barcelona, nace de la idea de crear una versión avanzada de la clásica heladería, de revolucionarla. Sebastián quería desarrollar un concepto popular que no fuera alta gastronomía, “¿y qué hay más popular que el helado?”, apunta el chef. En ARIGATO apuesta por pocos sabores que brillan por la excelencia y la frescura del producto, buscando el ingrediente específico para cada sabor y elaborando cada helado de forma completamente artesanal.

Empezaron con siete sabores distintos, como su delicado helado de yogur acompañado de arándanos y merengue de té matcha o su despampanante versión del tiramisú con helado de café, bizcocho impregnado con espresso y crema de mascarpone y Frangelico; uno de los mejores que he probado nunca. Ahora cada día cuentan con más, muchos elaborados con ingredientes de temporada y proximidad, cada uno lleva diferentes toppings específicos para cada sabor y puedes acompañarlos con sus decadentes bomboloni y sus espectaculares cornetes caseros. Un plus: aspiran a que su oferta sea un 50% vegana y para ello elaboran sus propias leches vegetales de avena, nueces, almendra…

Tras una trayectoria de 18 años trabajando al máximo nivel, Sebastián aplica ahora todo su conocimiento a una cocina apta para el día día

Sin embargo, ARIGATO Barcelona es mucho más que una heladería. Aunque su cocina mide poco más de dos metros, abierta al público, ofrece algunas de las opciones más apetitosas y originales para comer y cenar en la Ciudad Condal, además de unos cócteles de escándalo. Actualmente su carta incluye joyas culinarias como su Okonomiyaki o tortilla japonesa con calabacín, calabaza, coliflor y shiitake con salsa de okonomiyaki picante y mayonesa de yuzu (9,50€) o sus Tan Tan Udon de Cerdo Ibérico con col china, cilantro y la-yu (12€); aunque yo sigo soñando con su impresionante MisoStrone, su particular versión de la clásica sopa italiana con un toque de miso que la eleva a niveles de sabor inimaginables.

Al final del día, el objetivo de ARIGATO Barcelona es que te sientas bien; que su comida sea algo que puedas disfrutar todos los días y no un mero capricho. Tras una trayectoria de 18 años trabajando al máximo nivel, Sebastián aplica ahora todo su conocimiento a una cocina apta para el día día, que se inspira en las tradiciones culinarias de medio mundo y las mezcla sin pudor ofreciendo al comensal el comfort food definitivo. En un futuro quieren aprovechar su espacio para acoger pop ups de pasteleros, convirtiéndolo en un lugar donde éstos puedas venir a expresarse; y conociendo el talante creativo y el compromiso con el trabajo duro y la excelencia de la pareja, todo apunta a que nos brindarán muchas más sorpresas agradables.

En estos extraños tiempos que corren a los que algunos llaman nueva normalidad, te alegrará saber que ARIGATO Barcelona ya está de vuelta y dispone de una maravillosa terraza, un acogedor interior y un reservado para cenas privadas de 5 a 8 personas (bajo reserva); aunque también puedes seguir disfrutando de sus delicias en casa gracias a su servicio de take-away.