En la bulliciosa calle Doctor Fleming de Barcelona, se encuentra un rincón gastronómico que vale la pena la visita: Bar Monry’s. Este restaurante ha logrado posicionarse como un referente en el arte de tapear gracias a su carta de tapas y platillos en la que hacen gala de una cocina mediterránea y urbana que combina tradición y modernidad.
El interior de Bar Monry’s es un reflejo de su filosofía: cálido, acogedor y sin pretensiones. Con una decoración que mezcla madera natural, detalles industriales y una iluminación suave, el espacio genera una atmósfera relajada y sofisticada. Su terraza, ideal para los días soleados, es toda una llamada a la acción: apetece sentarse y ver cómo el tiempo se detiene mientras la actividad en C/ Doctor Fleming sigue su curso.
Y una vez hemos conectado con el espacio, vamos a la comida, en la que destaca la calidad y autenticidad con fórmulas infalibles de nuestra gastronomía más castiza. Empezamos las tapas más clásicas, como las patatas bravas y la ensaladilla Monry’s, tortilla de patata hecha al momento, además de snacks pensados para maridar con el aperitivo, como boquerones, almendras o gildas.
Una propuesta sin pretensiones con ambiente informal y acogedor, y un ticket medio de 30 euros
Subiendo la intensidad, entramos en el apartado de montaditos, protagonistas indiscutibles de su oferta culinaria, y entre ellos, destacan el de steak tartar de solomillo, de tartar de atún rojo y de sobrasada de Mallorca con queso mahón, un triuvirato que bien vale el peregrinaje a Sarrià para visitar el espacio. También tienen especial mención sus tartares que también se pueden pedir por separado, y que está demostrado que dominan a la perfección.
Y para completar el viaje, las tortitas de camarón de Cádiz ofrecen un guiño a la tradición sureña, con una fritura ligera y crujiente que invita a repetir. Las croquetas de pulled beef ahumadas, que se deshacen en la boca, y los dados de solomillo con patatas y all i oli casero, una propuesta de confort food universal que no decepciona, son otros de los highlights de su propuesta.
Para finalizar, los postres caseros son un homenaje a la repostería clásica. La tarta de queso es suave y cremosa, aunque la estrella indiscutible es la torrija de brioche, jugosa y aromática, perfecta para cerrar la experiencia.
En cuanto al vino, la selección es amplia y uno de los puntos fuertes de Bar Monry’s. Con etiquetas de prestigiosas bodegas como Álvaro de Palacios, Marqués de Murrieta, Remírez de Ganuza y Pago de Carraovejas, cada plato tiene match perfecto.
Bar Monry’s se postula así como un auténtico hotspot de la zona, convirtiéndose en una para imprescindible en Sarrià si quieres recurrir a aquellos platos que siempre funcionan. Por que a veces unx solo necesita volver a los básicos e imprescindibles de nuestra gastronomía.
