Malasaña sigue bullendo como él solo sabe lograr y lo hace al son de de la familia Giannini, gitanos italianos nómadas que viajan por el mundo con su espectáculo «El Romanio» y que han llegado al barrio (se entiende que es ficción, ¿verdad?) para ofrecerle el color que le faltaba. ¿Te escapas con nosotros al Boom Boom Ciao?

Así, el grupo Rosi La Loca World se vuelve a apuntar un tanto con este nuevo proyecto gastronómico que ocupa lo que un día fue el Superchulo, y que en sus 350 m2 de restaurante de influencias italo-gipsy le da al comensal lo que andaba buscando desde sus mesas bajas a las altas o la barra, perdiéndose por sus privados.

Si tu refinado paladar hace que sepas diferenciar entre buenos y malos cócteles, obligada parada será el Boom Boom Bar, que encontrarás en el sótano, con Alexis Velixar a las mezclas.

Un Boom Boom Ciao que hace explotar su exuberancia de estampados imposibles y terciopelos que lo inundan todo y que gracias a la chef Ainhoa Romero (con Ignacio Chicharro como asesor gastronómico) encuentra su lugar dentro de la muy variada propuesta culinaria del barrio.

Un restaurante donde la brasa y la creatividad se convierten en el verdadero alma de una fiesta que no termina y que ya sea con su crudo de atún rojo con salsa ponzu, las alcachofas a la parrilla confitadas, la burrata con melocotón en almíbar y tomate seco, la parmigiana con scamorza ahumada y stracciatella, el cazón en adobo frito a la andaluza, las croquetas melosas y crujientes de jamón ibérico, las zamburiñas a la brasa con mayonesa de kimchi y lima, los fusillis gigantes salteados con carrilleras guisadas, los saquitos de ricotta y pera con salsa de queso, la pizza de guanciale con tartufata y champiñones, el cuarto trasero de pollo deshuesado a la brasa, el salmón a la plancha glaseado con miel y limón o con los 350 gr de entrecot de vaca al grill, te aseguran un viaje de ida y vuelta que repetir a no mucho tardar. Aprovéchalo.