Hace ya tiempo que China tomó una callejuela de Arturo Soria y que un grupo de emprendedores de ojos rasgados reformó un chalet para convertirlo en una réplica de un palacete del Shangai de los años 30. El lugar se llama El Bund y ofrece auténtica y exquisita comida china.

Sus chefs, llegados directamente de China, desarrollan su especialidad a los fogones: platos según las recetas tradicionales de varias regiones como Xián, Lanzhou o Taiyuan. Aquí el servicio no es instantáneo como en otros restaurantes orientales, lo que demuestra una cuidada elaboración de cada una de las recetas.

El restaurante se divide en el salón primavera, decorado en tonos verdes y rojos, con cuadros de mariposas en las paredes y una gran cristalera que da al jardín; el salón verano en tonos dorados, rojos y anaranjados; el salón otoño con una decoración sobria y elegante en tonos púrpura y marrones; y lo más bonito de todo: un fantástico jardín al estilo Suzhou, símbolo de los parques y jardines orientales, lleno flores de colores y bonitos árboles.

La carta ronda los 30 euros, aunque también el lugar cuenta con menús degustación a partir de este precio. La oferta es amplia y destaca, para empezar, la ensalada de tofú fresco con huevo de oca de 100 años, los dim sum de diversos sabores elaborados cada día y la raíz de loto rellena con especies. Para continuar, pide la lubina estilo Sichuán picante, gambones al shanghainesa servidos en plancha caliente, el cerdo estilo moxu con seta ‘oreja negra’ y flores de lirio o el pato crujiente picante.

Ante el aumento de restaurantes chinos en la ciudad, se agradece que los haya diferentes, auténticos y con clase. ¿Eres un apasionado de la comida oriental? Pues pásate y disfruta de la más auténtica en El Bund. Y si eres de los que te gusta aprender a hacer las cosas por ti mismo no te pierdas sus cursos de cocina.