Hay días de esos que no necesitas que se tuerzan para intentar sobrellevarlos pegándote un buen homenaje. Y es que para que se te antoje un buen bocado de hamburguesa no necesitas nada, simplemente quererlo. Por eso, y porque nos apetece apostar por el caballo ganador (en este caso, hamburguesa ganadora), no nos los pensamos dos veces y tiramos para Clandestino Burger Joint, un básico en estas lindes y el favorito de los paladares más especializados. F: Clandestino Burger Joint

Se agradece que en un lugar que apueste por el fast food hagan las cosas tan artesanales y con tanto mimo

Localizado en el barrio de Chamberí y con una imagen que te va a recordar a esos antros neoyorquinos por los que no te cansas de circular, Clandestino Burger Joint tiene todo lo necesario para que tu vuelta se produzca a no mucho tardar. Un local de aspecto industrial regentado por unos argentinos que saben de qué va la historia y que dispensan unas hamburguesas que son puro amor.

Un Clandestino Burger Joint que, sin contar con una carta tan extensa como para que te aburras leyéndola, se ha encargado de ajustar su abanico a una serie de opciones hechas allí mismo desde el pan hasta el último detalle y donde precisamente eso, lo artesanal, se siente a cada mordisco que te llevas a la boca. Materias primas de altísima calidad y Km 0 (lo que ayuda al negocio local), servidas a modo de menú de precio muy ajustado. Un verdadero festín que te quita el gusanillo ya sea en el local o tan a gustito en el saloncito-comedor de tu casa.

¿Es tu primera vez y no sabes qué pedir? Te recomiendo la Jamaican (pimiento picado, bacon a la parrilla, piña, pepinillos…), la Gaucha (pimientos asados, queso provolone, chimichurri…), la Cabra (rúcula, miel, queso de cabra…), la Americain (bacon a la parrilla, queso cheddar…), la Mexican (queso gouda, jalapeños, guacamole…), la Veggie (queso gouda, guacamole, rúcula) o la Doble Nelson (scamorza ahumada, lechuga, cebolla caramelizada…) si tu intención es quedarte sin hambre durante las 24 horas siguientes. Ya solo te queda esperar tu pedido, calentar tus manitas y atacar. ¡Qué aproveche!