Corría 2020 cuando Flash Flash, una de nuestras tortillerías favoritas, abría la persiana de su hermano pequeño Croma by Flash, coincidiendo con la bonita efeméride de su 50 aniversario. Media década después, demuestra la solidez de su propuesta de espíritu eminentemente barcelonés, con un planteamiento para todos los públicos como sucede aún en día con su predecesor. Este local de la majestuosa avenida Diagonal cuenta con la tortilla en todas sus variantes como bandera visible, pero suma una abultada carta de entrantes y hamburguesas, como la de estilo Café de París, que se incorporó hace solo unos meses. Además, los amantes de las legumbres, lasverduras, los arroces y las pastas, descubrirán flamantes y deliciosas recetas en Croma by Flash.

Croma by Flash cuenta de lunes a viernes con el Croma Afterwork, una buena manera de poner la guinda a los días laborales

No obstante, esta no es la única novedad que incorpora el lugar, que también cuenta con un formato informal de hedonismo out of office, el Croma Afterwork, una buena manera de poner la guinda a los días laborables. De lunes a viernes, a partir de las 19:30h, es posible pedir dos bebidas, un umm de tortilla y una mini hamburguesa por tan solo 15€. Los que no estén familiarizados con lel argot Flash Flash, deben saber que un umm es uno de sus hits más absolutos: una tostadita de pan de coca con tomate cubierto de tortilla a la francesa, un best seller del lugar que con su nombre hace honor a la onomatopeya de digerir este bocado sencillo y delicioso.

Su plato fuerte, la tortilla, cuenta con hasta 14 variedades, que pasan de la catalana con escalivada y anchoa; la abierta repleta de producto de temporada según mercado; la sabrosa del bosque a base de patata, puerro, setas, ajos tiernos y romero; o la clásica Leopoldo Pomés, con pan de pagès con tomate. Esta última, un clásico que nunca aburre, sirve también a modo de tributo a su creador, el desaparecido fotógrafo, que nos dejó solo unos meses antes de la inauguración de Croma by Flash. Él fue el fundador del primer Flash Flash, y también de otro clásico del ecosistema gastronómico cultural de la ciudad: el mítico Giardinetto. Iván Pomés Leiz, hijo del fotógrafo y de la modelo Karin Leiz, ha sido el encargado de convertir Croma by Flash en su obra más preciada, un restaurante con inspiración clara en su antecesor, pero que también su propia personalidad.

En este sentido, la creación de Croma by Flash es también la historia de admiración al estudio de arquitectura Correa & Milá que, juntamente con Leopoldo Pomés, ayudaron a transformar la arquitectura, el interiorismo y, en definitiva, la cultura de la gris Barcelona de la post-guerra con el Flash Flash. Desde entonces, el restaurante fue y sigue siendo una de las propuestas más innovadoras, tanto por su interiorismo como por su gastronomía. En este caso, el estudio Llamazares Pomés Arquitectura ha sido el encargado de dar a luz el proyecto arquitectónico de Croma, partiendo de esta sólida base. Y han conseguido honrar la herencia estética de su antecesor, sin que parezca una copia. Croma by Flash brilla con luz propia en la Avenida Diagonal y, como bonus track, cuenta con una de las terrazas más apetecibles de la zona.