Hay ocasiones en que, paseando por las grandes avenidas con las que cuenta Madrid, te topas con un restaurante de esos que de manera inmediata debe apuntarse en tu lista de favoritos. Paradas obligatorias si lo que pretendes es disfrutar de lo lindo, tanto visualmente como gastronómicamente, y apuntarte el tanto entre tus amistades, si fuiste tú la persona encargada de proponer el plan. ¿Vamos a Hensi? F: Cortesía de Hensi

Comer estupendamente en un sitio bonito es bastante difícil, y es que cuando no falla lo uno, falla lo otro. Hensi, podemos decir, es un pleno

Situado en pleno Chamartín, en la siempre apetecible Avenida de Alberto Alcocer, nos paramos frente a Hensi porque ya desde fuera nos hace echar el alto. Cuando cruzamos el umbral de la puerta, sabemos que hemos hecho bien; pues su diseño interior nos entra por los ojos de tal manera, que difícil será que la propuesta culinaria no esté a la altura. Volvemos a acertar.

Y es que su apariencia te da idea de lo que allí se cuece: una vez que empiezas a ver los platos que empiezan a bailotear por las mesas, te relames del gusto. Porque en Hensi saben bien como volver loco al personal con tan solo ejecutar platos de nuestro recetario de toda la vida, aquel que nuestrxs mayores se conocen a la perfección y que tanto nos llena.

Cocina para todxs, y para esos momentos en los que el cuerpo te pide sentirte más especial, en uno de esos lugares que a cada bocado más que escuchar el bullicio, escuchas tu propia conversación. Un verdadero milagro que marida a la perfección con opciones como la ensaladilla rusa, el tartar de atún, los torreznos en su punto, las sabrosas croquetas, el sashimi de dorada, cualquiera de sus tiernas carnes a la brasa, el potente carabinero y unas pastas y arroces que no pierden, en ningún caso, comba. Si te apetece un buen chute de dulce, no te olvides de terminar pidiéndote una tarta de queso, que puede que acaben siendo dos. Que te aprovechen.