Corría 2018 cuanto Joan Gurguí subió la persiana de un proyecto tan sencillo como efectivo en el Mercat del Ninot: la Bikineria, un espacio que revisionaba el clásico y ovacionado sandwich mixto de toda la vida. Solo seis años y una pandemia después, abre su tercer establecimiento a modo de buque insignia en el 60 de Passeig Sant Joan. Esta coqueta esquina se suma a los locales que la Bikineria ya tiene en Muntaner y El Corte Inglés de Diagonal -pronto la ubicación embrionaria del proyecto tendría que cerrar-, situándose por fin en una de las arterias barcelonesas más en forma del momento. F: Todas las imágenes cortesía de La Bikineria.

Solo seis años y una pandemia después de abrir en el Mercat del Ninot, abre su tercer establecimiento a modo de buque insignia en el 60 de Passeig Sant Joan

En la Bikineria encontramos hasta 11 versiones del archiconocido bikini, cinco más que las que permitía la primigenia parada del Ninot con sus restricciones de espacio y posibilidades, además de uno efímero que cambia mensualmente. El abanico comprende desde el clásico, un hit que nunca falla; hasta hits como el de pollo a l’ast -una receta que se engendró con éxito sonado tras el reto de la parada vecina del mercado que vio nacer la Bikineria-; pasando por el balear -con sobrasada artesada, queso Mahón, miel de romero, piñones y hierbas mediterráneas-, el pastrami connecction – con pastrami, queso Cheddar, cebolla frita y mostaza de miel- o el que para nosotros es uno de sus campeones absolutos: el Bologna con mortadela D.O.. queso de oveja, trufa y nueces de Brasil). El delicioso punto final lo pone el glotoncísimo bikini dulce, con Nutella y mermelada de frambuesa, un capricho también apto para cualquier merienda.

Gurguí no solo es experto en bikinis, también es bueno escogiendo el picoteo ideal para empezar cualquier stop en este local -y fabulosas terraza- de Paseo San Juan. Las croquetas, su ensaladilla rusa o unos nachos son un buen preámbulo de una parada que te costará a partir de 10€. Aunque se encuentre en una ubicación de lujo, los precios pueden presumir de ser más que democráticos, y que basculan entre los 4€ el clásico o los 6,90€ del ibérico. Los indecisos podrán hacerse con el pack degustación por valor de 52€. La cuenta puede engrosar algo más si se obvia el refresco y la cerveza y se opta por su acotada carta de cócteles, que cuenta con Spritz y bellini.

Lo mejor de esta nueva ubicación es su horario ininterrumpido. Gurguí tiene claro que el bikini tiene muchos momentums a lo largo del día: desde el desayuno a la comida o la cena, pasando por la merienda. Un emparedado que apetece a cualquier hora y que nunca cansa, y que además es apto para cualquier público: amigos, parejas, familias y hasta una cita improvisada. En la Bikineria empiezas por un bikini, el límite a partir de aquí lo pones tú.