By
Ariana Díaz Celma

Agosto es menos agosto con regalos como el que nos brinda la inauguración del nuevo restaurante Volta, una joya gastronómica que se sitúa en el recién estrenado hotel boutique Borneta. Como bien indica su nombre, Volta se encuentra en el barrio de Born, bajo los preciosos icónicos arcos de los Porxos de Fontseré, que dibujan el límite del Paseo Picasso para ser precisos. En tan bucólico enclave se pueden degustar platillos mediterráneos que firma Andrea de Benedictis, que tantas alegrías nos ha dado durante años en el vecino Cecconi’s, restaurante del que ha sido chef ejecutivo desde su inauguración y hasta el inicio de esta nueva etapa al frente de la cocina del novísimo Volta.  F: Todas las imágenes cortesía de Volta

Volta tiene una carta repleta de platillos mediterráneos que firma Andrea de Benedictis, ex chef ejecutivo del Cecconi’s

Volta apunta maneras y vislumbra un hotspot para huéspedes, pero también para locales y gente del barrio, tal y como sucede con el restaurante del vecino Soho House. La carta de Volta puede empezar así por delicias como las ostras fritas con gel de vinagreta cítrica; un sabroso tartar de ternera con salsa de atún, rábano y alcaparras; o un clásico que nunca falla cuando se escoge bien la materia prima, como es la selección de quesos y embutidos, con mermelada y pan, una delicia ‘to die for’.

La carta empieza a definir su personalidad única con platazos como la berenjena, flor de calabacín, tomate confitado y requesón rallado; el refrescante tartar de corvina, pepino, aguacate, alcaparras y remolacha marinada; o el huevo con espuma de patata, parmesano, topinambur y trufa. Todos ellos entrantes que sirven como preludio de principales como el pargo a la parrilla con zanahoria, beurre blanc, habas y salvia; el ossobuco con polenta crujiente y crema de apio nabo o el trofie que también es ideal para compartir a modo de side, un riquísimo pesto de albahaca, judías verdes y patata. Todos ellos son platos esencialmente mediterráneos, donde el peso recae sobre el producto, pero en los que Benedictis deja su inconfundible impronta, que tantos adeptos ha creado en Barcelona a lo largo de los últimos años.

La carta está pensada para ser marinada con vinos, aunque también cócteles de autor

La carta está pensada para maridar con una acertada carta de vinos, que cuenta con infinidad de referencias de Km 0, pero también con cócteles de autor. Ejemplos recomendables son el Mistral o el Brisa Ahumada, combinaciones que casan a la perfección con los platos mencionados.

Tal y como indica el propio nombre, la carta de Volta te invita a dar una ‘vuelta’ por la gastronomía mediterránea resaltando el sabor de la materia prima, gracias a la colaboración con pequeños agricultores orgánicos, panaderos del barrio como es Vilamala, productores de queso que en este caso cuentan con el fiabilísimo sello del negocio Vila Viniteca, y viticultores catalanes, como por ejemplo Celler del Roure. La tradición se da de la mano no solo en la mesa, sino también en la localización del restaurante, un enclave único y emblemático de la ciudad, situado también bajo arcos en forma de ‘volta’ (vuelta en catalán).

Por su lado, el novísimo hotel Borneta, donde se aloja Volta, es la primera apertura de la nueva firma hotelera Miiro y que parece ha llegado para darnos de qué hablar. Con un clarísimo deje mediterráneo, el hotel es obra del estudio londinense de interiorismo Thurstan. Con 92 habitaciones, el hotel cuenta -además del ya en marcha Volta– con un bar de cócteles, una acogedora terraza en la azotea y una surtida biblioteca curada por la vecina librería Fahrenheit 451. Borneta también se está haciendo con una colección de obras de artistas locales, transmitiendo una conexión auténtica con la cultura de la zona. Un buen lugar para viajeros exigentes, pero también para gent del barri que quiera vivir una experiencia gastronómica que lleva la esencia mediterránea mucho más allá de lo conocido.

Detalles