Pocos planes hay tan franceses, sofisticados y modernos como quedar para comer crêpes. Hay gente que queda para ir de compras, otros para quemar la noche de tal o cual ciudad, incluso los hay que pretenden comer pipas en una plaza y seguir alimentando el clásico pero pocos planes nos hacen disfrutar más que enfrentarnos a un crepe en toda su extensión y degustarlo hasta el rechupeteo dedil. En La Rue, eso mismo, es toda una obligación.

Situado en pleno Malasaña y convirtiéndose en uno de los puntos de referencia en la llamada zona del Triball, La Rue se ha convertido en el local por el que todo el mundo quiere dejarse caer. Da igual que sea la hora de la comida, la merienda, la cena o ese alto en el camino previo a unas copas o entre garito y garito (los fines de semana cierra a las 03,00h), la crêperie de Eduardo Fernaud (su propietario) es un oasis dulce (o salado) entre tanta vorágine de barrio.

Un local que al cambiar de coordenadas en el mapa ha ganado no solo en presencia (aumentando la prole de fieles clientes) sino en comodidad, olvidando su origen de take away y abrazando el coqueto local que es hoy como petit embajada de la cocina francesa en su versión más refinada.

El medio canario, medio francés Eduardo Fernaud es el artífice de que el barrio sepa, de verdad, a qué sabe París

20 especialidades de esta masa de harina trigo en forma de disco de 16cm de diámetro rellena  de dulce o salado que se convierten en la especialidad de la casa (¡atención a sus adictivas galettes de trigo sarracceno sin gluten ni mucho menos leche!) que no ensombrece otras opciones muy made in La France como su cassoulet canard, su fondue de quesos varios dentro de un pan sin miga, su sopa de cebolla con esa vuelta de tuerca a lo gourmet como no podía ser de otro modo y otras variantes del mundo como su hummus o su ensalada de fruta.

Una crêperie que no es solo una crêperie sino el lugar donde también podremos encontrar helados artesanos, cócteles , cafés, sidras, zumos o un Saint Mont para mayor gloria y regusto de los caldos franceses. Una quedada a la francesa perfecta para añadir ese puntito chic a tu rutina tan instagrameable y tan rico al paladar. Crêpes je t’aime!