La cocina es espectáculo, qué duda cabe. Todo un show gastronómico donde las materias primas actúan como el elenco mejor elegido frente a una obra, o receta, que bulle y espera el favor del público, encargado de aplaudir o criticar su puesta en escena. Algo de lo que mucho sabe Marabú. Si no lo crees… ¡Abre el telón! F: Cortesía de Marabú

Como si de un cabaret de los 60 se tratara, Marabú abre sus puertas como una ave exótica donde gastronomía y música se combinan en una simbiosis perfecta

Volvemos a nuestra siempre favorita Calle Ponzano para descubrir el último local en desembarcar en la zona de Chamberí. Se llama Marabú y, si pensabas que a estas alturas de la película no podía sorprenderte nada, lo suyo es que cruzaras la puerta de entrada. Porque en Marabú no solo se come o cena, también se va a disfrutar de un modo diferente. 

Un restaurante, al abrigo del Grupo La Máquina, con una propuesta culinaria sofisticada, cosmopolita y de producto 100% a la que se añade una sala de conciertos clandestina que sorprende a cualquier tipo de comensal y una barra de lo más movida para que por ella corran a la perfección desde unas cervezas de importación a unos combinados, sin olvidarnos de los siempre bienvenidos vermús.  

Un Marabú donde pese a respirarse aires de lo más retro y de lo más burlesque, no llegamos a perdernos entre tanto foco, pluma y fantasía en el aire porque tanto su gastro bar como su dinner club se encargan de recordarnos que allí también hemos ido a llenar el estómago o, al menos, a tenerlo entretenido. De ahí que no podamos resistirnos a sus mejilloncitos de bouchot a la crema, las samosas de morcilla y manzana, el sandwich de cachopo de solomillo y aguacate, los langostinos tigre en tempura, las alcachofas confitadas con huevo y mayonesa gratinada, las albóndigas de presa ibérica, el bacalao al ajo negro, los huevos rotos con torreznos de Soria o unos medallones de solomillo de vacuno al ajillo que nos preparan para que continúe la fiesta, de manera clandestina, con premeditación y alevosía. El show business, ya sabes.