No te culpamos si el naranja estridente de Nobook te ha parecido algo sospechoso a primera vista. El propio equipo de Good2b no tenía claro si este lugar, donde los camareros visten con monos de inspiración Guantanamo y que rezuma el color cítrico por antonomasia en su versión más chillona, era un hotspot de fiar o no. Por suerte, somos gente con pocos prejuicios y pronto le dimos una oportunidad, que nos descubrió una de las propuestas gastronómicas más divertidas e interesantes que ha parido Barcelona este 2016. Ante un panorama que viene a ser más de lo mismo, la nueva aventura de Iker Erauzkin y Anna Yébenes (propietarios de UMA, el mejor restaurante de Barcelona según Tripadvisor) nace para servir ‘ethnic street food’ -tal y como ellos denominan- con una personalidad gamberra y una carta compuesta por 16 platos de 12 países diferentes.

Nobook sirve ‘ethnic street food’ con una personalidad gamberra y una carta compuesta por 16 platos de 12 países diferentes

Nobook se reafirma así como una propuesta divertida, donde el comensal no solo goza del sabor y lo insólito del local y la propuesta, sino también de la puesta en escena. Obviamente, el showcooking es parte imprescindible de una carta dirigida por el jefe de cocina Mariano Citterio, en la que se pueden encontrar platos -sin emplatar para más inri- como el Tao Chicken (pollo crujiente caramelizado con salsa agridulce y picante), el plato chino más consumido en USA y que nunca encontrarás en Pekín; el vistoso Abriendo la lata, una auténtica virguería a nivel compositivo en forma de salmón en tempura de alga nori, verduras crocantes y salsa Baires; su sorprendente Thai de Costa, un pescado crujiente con tamarindo, coco, plátano y sésamo que se come íntegro; o el Gua Bao, relleno de pato al estilo Pekín con cebolla, hinojo, cacahuete y cilantro. La carta recorre varios rincones más del globo, como Latinoamérica con su Taco de cochinita o el Cebiche de pescado salvaje; Europa con su divertida versión del Fish&Chips, la Tortilla de patata con pulpo y crema de Kalbi o sus Huevos estrellados con chistorra braseada, kimchi, perejil y finas hierbas. El melting pot de la carta de Nobook encuentra su punto álgido en el plato número 16, el Abrakadabra, una oda a la creatividad, puesto que se trata de la propuesta ganadora de una competición interna entre los integrantes del equipo de cocina y que cambia una vez al mes.

Llegados a este punto, podíamos intuir que el tema de los postres quedaba demasiado carrinclón para los estándares de Nobook. Este restaurante de espíritu inquieto y gamberro te deriva directamente a su abanico de cócteles, que también están pensados para regar la cena. Andreu Estríngana firma una carta que, cuando se sirve a modo de goloso punto final, viene acompañada con un extra de azúcar muy de agradecer. Así, por ejemplo, la Piña Colada se sirve -además de ron, piña tropical, pomelo y rosa- con palomitas de coco y canela y piña caramelizada. Otro ejemplo clave es el Jardín Zen, un cóctel a base de sake, licor de ciruela y rosas, que viene acompañado con un lichy y un apetitoso pastelito de ciuela. La coctelería de autor de Nobook cuenta con hasta 15 referencias que se alejan de las normas clásicas para seguir sorprendiendo a un público que no habrá movido la pestaña desde que ha entrado por la puerta de este local de nuevo cuño.

El arquitecto Mohammed Adib se encarga de firmar un espacio industrial y estridente que mantiene al comensal despierto de principio a fin

Como se podrá imaginar uno, el interiorismo poco tiene de habitual. El arquitecto Mohammed Adib se encarga de firmar un espacio industrial y estridente que mantiene al comensal despierto de principio a fin. El mobiliario, todo reciclado, es un no parar de contrastes, tanto a nivel de material como de color, y asegura no dejar a nadie en modo indiferente. Odiarlo o amarlo, la cuestión es causar sensaciones extremas en el comensal.

Comer o cenar en Nobook costará a partir de 40€, dependiendo de la cantidad de cócteles con la que decidas maridar una cena a base de estridencias, ya sea en el paladar o en un plano más visual. Si tras todo lo que has leído te apetece probarlo, te advertimos, Nobook no tiene teléfono, no tiene mail y no hace reservas. Así pues, solo queda acercarse y probar suerte.