Si hay algo que me queda claro es que no te conformas con cualquier cosa. No dejas que te engañen, no esperas que te den gato por liebre y a la hora de hacer planes (aunque lo tuyo sea improvisar) no quieres repetirte como el ajo. Tanto si lo tuyo es un restaurante take away como si aún eres reacio a los sabores más especiados y canallas, vuelvo a proponerte una nueva dirección si lo que quieres es disfrutar comiendo. Es hora de tomarse un burrito en condiciones y Tierra Burrito Bar es el local que abandera el movimiento. ¿Vienes?

¿Soñaste en algún momento acompañar tu comida con jarras de litro de exótico Margarita casero? Tus deseos, por fin, se han cumplido

Con una apariencia que nada tiene que ver con cualquier restaurante tex-mex por el que te hayas dejado caer, el Tierra Burrito Bar se convierte en una de las paradas obligatorias si lo que de verdad quieres es probar auténtica comida mejicana. Hablo de su séptimo local en Madrid (ya preparan un octavo en Pozuelo) que situado en el barrio de Chamberí y tomando al burrito como especialidad de la casa, concibe el ladrillo visto y esa apariencia a fábrica nórdica tan de moda como la perfecta guarida de lo más granado de la fauna hipster universitaria.

Una aventura a través del bocata típico de nuestros camaradas latinos y que nos proponen la carne mechada, el pollo, el steak y la barbacoa como modalidades a rellenar su preciada joya de la corona. Tortillas que rellenas hasta los topes y a las que poder añadir su ya mítico pico de gallo, sus jalapeños o frijoles o las mejores sour cream o chipotle que hayas podido paladear como verdadero y sabroso explosivo en boca.

Tacos, nachos, guarniciones al gusto, una variada carta de cervezas americanas (también mejicanas), margaritas en happy hour y el brunch de los domingos completan este marco inconfundible de la buena cocina chicana que pretende romper esa idea de que la comida rápida es comida de baja calidad.

Un burrito bar de esos que debemos añadir a nuestra rutina por más que necesario, no solo por la calidad del producto (los alimentos son frescos y para prueba la inexistencia de congelador) o el servicio amistoso sino por ser una propuesta sencilla y que alimenta sin necesidad de dar el primer bocado. ¿Hacemos la prueba?