Para aquellxs que no quieran adentrarse en la jungla que supone ir a esas zonas masificadas por hordas de gente con ansias de consumismo navideño, les traigo un interesante restaurante ideal para cualquier momento y situación. Me refiero a Trocadero Commodore, un local donde sentirse como en casa.

Porque eso es lo que se han propuesto el grupo de restauración más conocido de la Costa del Sol. Un primer desembarco en Madrid que nos alegra sobremanera, pues es la vuelta a la capital de Dioni, que ya hace algunos añitos comenzaba a hacer imperio con la apertura de algún bar de copas, restaurantes y cafeterías que resuenan en una memoria que no olvida los buenos ratos.

Si su propuesta de cocina de producto, con un marcado carácter mediterráneo, te sorprende, espera a degustar esos platazos de influencia asiática que marcan un antes y un después

Un Trocadero Commodore que se instala el mítico espacio donde allá por los 90 triunfaba Mayte Commodore, que recoge el testigo y lo eleva a puro hedonismo casero que no defrauda. Una propuesta totalmente interesante y postinera abierta a cualquier idea que tengas en la cabeza, desde una comida familiar, una primera cita o unas copas tontas de sobremesa.

Una cocina dirigida por Luis Sartorius y Bárbara Pérez, que en ningún momento baja el listón o decae, y que te permite disfrutar compartiendo platos y cócteles que nublan la vista de lo buenos que están. Así, te recomendaría que no te volvieras sin haber probado sus gildas de anchoa o boquerón, las tortillitas de camarones y ceviche de atún rojo, el pisto manchego con huevo frito y patatas, sus croquetas caseras de jamón ibérico, el carabinero a la brasa, su arroz de pluma ibérica y sobrasada, el ceviche de lubina y mango, sus nigiris de gamba socarrat, los uramakis Trocadero o el pollo picantón asado y el tarantelo de atún rojo de Almadraba a la brasa, si quieres terminar con buen pie. ¡Disfruten y brinden con un carajillo mexicano 43! Absolutamente necesario.