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Bancal, comer en un palacete es requetebién

Bancal, comer en un palacete es requetebién

No todos los días se tiene el gustazo de comer en una edificación de principios del siglo XX y en mitad de Madrid. Si, además, nos ponemos en las manos de un joven gallego premiado por su gran talento, ¿a qué esperas para reserva en Bancal?

Situado a un tiro de piedra de la céntrica calle de María de Molina, en ese Serrano que quiere ser anónimo y no tan transitado, nos topamos con un palacete con el tronío suficiente para que no entre por los ojos y nos gane por el estómago. Un Bancal que, ocupando este mágico enclave vinculado a la Escuela MOM Culinary, saca provecho del marco estilo Tudor para darle alas a la cocina del chef Miguel Vidal, Premio Gastronomía Galicia 2021 y último ganador en Madrid Fusión 2025 en el concurso a Mejor Empanada de España.

Unas medallas que nada influyen para que Vidal se suba al torreón de Bancal y siga marcándose una cocina auténtica, de producto y sin más artificio que el el color y textura de cada materia prima que saben encontrar su sitio y brilla en esta cocina sin ataduras donde la fusión no es solo una tendencia de paso.

El recientemente premiado chef Miguel Vidal saca pecho de una cocina viajera y sin ataduras en el Serrano menos transitado

Así, sabores de aquí y de allá (pero más de aquí) nos reconcilian con esos sabores tan tradicionales como potentes, que ya sea en su carta o en su impresionante menú degustación se ganan al comensal sin que ponga reticencia alguna y sin rechistar. Un Bancal donde las medias raciones te solucionan la papeleta si lo que quieres es compartir y probar de todo, mientras te llenan la copa con esos caldos nacionales e internacionales que tan bien acompañan a las delicias de Vidal.

Un apetito que se desata, pero encuentra respuesta, con platos como su ostra a la brasa con escabeche de codorniz, torrija salada de picaña madurada Discarlux y emulsión de cebollino, vieira con caldo de jamón, pak choi al Josper con curry verde thai y pil-pil de merluza, parpatana de atún rojo Balfegó glaseada con puré de chirivía, pulpo a la brasa con espuma de patata, filloa de carrillera ibérica de bellota con ‘Malaysian laksa’, lenteja caviar con callos de bacalao o un solomillo de vaca a la pimienta, para aquellxs que se abracen a sabores tan de casa que hacen saltar las lágrimas. No te vayas sin su chocolate ahumado y caramelo salado si no quieres lamentarlo.