Si pensabas que el estilo vintage ya había dado sus últimas vueltas a la tuerca es que no conoces el Grupeta Bar. Un negocio como los de antes donde la estética está al mismo alto nivel de una carta sencilla y sin artificios, que busca contentar a todo el mundo para que vuelva cuando quiera marcarse un plan sin pretensiones.

Porque si cansadx estás de esos bares y restaurantes de moda donde la comida es lo de menos y, además, sales habiéndote dejado los ojos y el riñón, el Grupeta Bar es el lugar donde foodies y ciclistas siempre son bienvenidxs. Y es que la estética del lugar así nos lo recuerda.

Tanto si eres deportista como si lo tuyo son los lugares sosegados y cargados de buen rollo, el Grupeta Bar será tu parada predilecta

Un espacio a medio camino entre el sentir deportivo de los 60 y los 70, donde la gran barra, las mesas en puro acero y la decoración ciclista se apoderan de un restaurante donde pasar la mañana, la tarde, la noche y poner un poco el pie en la madrugada, solo los fines de semana, entre amigxs y con sabores de siempre.

Una atmósfera única para liarte entre tostadas de aguacate con huevo revuelto y bacon o salmón y queso crema, pinchos de tortilla recién hecha, ensaladilla Flandes, torreznos, hummus o un delicioso sándwich de roast beef, sin olvidarnos de su presa ibérica con pimiento asado, la fondue de pan con champiñones y patatas o su tabla Giro D’italia, que para eso hemos ido a pedalear. Un chocolate con aceite de oliva, sal y pan crujiente y a tirar millas. ¡Hidrátate bien!