Hay veces que los planes surgen cuando menos los esperamos, justo en esos instantes es cuando recordamos que existen pequeños locales como El Sur de Moratín, donde el tiempo tiende a detenerse, la música suena suavecita y las buenas conversaciones son las que mejor maridan con un productazo de categoría.
Porque la vida está para exprimirla, pero hacerlo como Dios manda. Por eso, El Sur de Moratín sale nuestro encuentro para facilitarnos la experiencia y regalarnos una sesión gastronómica tan especial que sabrás al primer instante que has acertado.
En El Sur de Moratín no todo vale. Tranquilidad y buenos alimentos es lo que impera.
Una versión más íntima y personal de otros de los restaurantes de la familia El Sur, con la que exprimir el barrio, mientras departes de lo humano y lo divino, porque intensitx, sabemos, que eres un rato.
Platos ricos, buena iluminación y un marco de lo más acogedor para esas citas con amigos, familia o ese ligue al que quieres conquistar, al ritmo de buenas opciones que beber y que comer. Un El Sur de Moratín donde la tradición brinda con la modernidad en cada rincón.
¿Qué se pide? Pues entre unas birras bien fresquitas, lánzate por su salmorejo, pimientos de Padrón (¡cuidado con el que pica!), hummus con vegetales y pan de pita, croquetas de jamón o de boletus, crujiente de berenjena con alioli de arándanos, bravas, tortilla de patata, una ensaladita con salmón y aguacate, paella de rascos, gambones al ajillo, chipirones plancha, bacalao confitado con queso de cabra, ropa vieja o secreto de ternera con salsa tártara o unos raviolis de espinaca y queso de cabra. Triunfar, triunfarás. Y sabes que volverás.
