Estamos viviendo una explosión de italianos en la capital y lo primero que hay que tener claro a la hora de decidirnos, es que el italiano en cuestión sea auténtico y no solo resultón. Por eso, sin más remedio que seguir a nuestro instinto, ponemos rumbo al recién inaugurado Beata Pasta de la Gran Vía, que no solo es bonito (y muy original), sino que se come de vicio.

Y toda la culpa la tiene el empresario Ciro Cristiano que, una vez más, da en el blanco y se apunta un tanto para su Baldoria Group, que lo está petando bien petado en Madrid. Un nuevo acierto de este napolitano creativo que plantea Beata Pasta como un restaurante donde el límite es el espacio y el camino… buenas pastas, pizzas y demás especialidades a la italiana para gozar.

El chef Simone Attolini disfruta cocinando con lo mejor de Italia en el último restaurante de la famiglia Baldoria Group: Beata Pasta

Un Beata Pasta para ir sin prisas y con ganas de que te sorprendan, mientras el buen hacer del chef Simone Attolini y el resto de la famiglia te obligan a disfrutar, mientras su genialidad en la cocina permiten que no haya plato con el que no puedas relamerte. Una apertura necesaria entre tanto italiano malo y con poca idea, y que gracias a Beata Pasta vuelve a reconciliarnos con esos platos que te obligan a volver.

Devoción, amor, y rendición ante un producto de primera que habla por sí solo y por una labor de Attolini que nos deja realmente atónitos a casa bocado. Así, ingredientes como el tomate San Marzano, la stracciatella de Puglia, la nduja de Calabria, los limones de Amalfi y la trufa de los Abruzos están muy presentes en platos como el pacchero alla Vittorio, la pasta Gamba y Samba, la pizza duomo di Parma o la tartufata, los Candy Me, la carbonara tartufada o una boloñesa, que fijo que es la más buena que has probado en tu fuckin’ vida. ¿No te lo crees? Acércate a Beata Pasta, pídela y un Amalfimisú para postrear. Babas. Muchas.