Seguir apostándonos toda nuestras propinas del mes por esos restaurantes donde solo entrar en ellos es toda una «eucaristía», se ha convertido en toda una obsesión. De ahí, que entiendas que una casa de comidas como Casa Tabacos nos haga la boca agua, especial ilusión.

Porque si algo nos queda claro de lo más nuevo de Sergio Ochoa y Julián Lara, sus artífices, es que el éxito está más que asegurado. De los creadores de los ya «clásicos» Casa Macareno, Bodegas El Maño y Café Ruiz llega ahora esta antigua expendeduría de tabacos reconvertida en el place to be por el que todos se pelean.

Si hoy, que es San Isidro, no vas a la ‘pradera’, bueno será que te pases por Casa Tabacos y te eches unas buenas gildas con vermú

Una apertura de lo más esperada, un nuevo oasis para pasar las horas comiendo, bebiendo y disfrutando de la vida, que es una sola. Un restaurante donde todo se nos antoja, donde el vermú con pincho nunca está de más y donde un refrescante trago de la cerveza Malasaña (que crean ellos de manera artesanal desde hace más de 10 años), nos sirve para abrir el apetito y comenzar la hazaña gastronómica.

Una puesta en escena que al ritmo de flamenquito bueno o salsa, que lo mismo nos da, nos descubre un tapeo en su más deliciosa y castiza expresión, para recuperar esos encuentros en los bares que tanto nos gustan.

Ensaladilla, huevos rellenos, gildas y piparras para enloquecer, tortilla de patata, croquetas de lo que sobró del cocido, bravas y albóndigas en pepitoria, mollejas de cordero al ajillo, oreja en adobo bien tostadita, pimientos de Padrón, rabas en panko, canelones de ragú gratinados, cachopo y torreznos de Soria con revolconas para marcarse una sobremesa chinchineando con esos cristales que suenan, todo el rato, a penúltima, y que en Casa Tabacos nos saben mucho mejor. ¡Feliz San Isidro!