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Ariana Díaz Celma

Sudesta, Picsa y Chifa, hijos madrileños de Estanislao Carenzo, son ejemplos tan buenos como brillantes de lo que el chef argentino es capaz de hacer. El primero de ellos, además, es también el indicio más claro de que la comida asiática no tiene ningún misterio para un gran conocedor de la cultura oriental, resultado inequívoco de un buen montón de viajes al continente vecino. No es de extrañar, pues, que cuando Carenzo decidió sumarse a la aventura de Casa Bonay hace poco más de un año, decidiera que lo que quería era mostrar su habilidad seleccionando lo mejor de cada país asiático, con un toque moderno y desenfadado. Tras un tiempo prudencial de prueba, ahora anuncia el resultado final, el Elephant Crocodile Monkey, un restaurante que sorprende con una carta contemporánea y llena de sabores familiares para aquellos que han frecuentado países como Tailandia, Laos o Vietnam.

Sorprende con una carta contemporánea y llena de sabores familiares para aquellos que han frecuentado países como Tailandia, Laos o Vietnam

El nuevo menú, resultado afortunado de meses de prueba y error, se centra en la cocina del Sudeste asiático a través ingredientes con base mediterránea. Todo con un enfoque que tiene ciertas reminiscencias japonesas a la hora de tratar el producto, algo que no llama la atención si tenemos en cuenta que también Carenzo trabajó en Japón un tiempo -suma y sigue-. Y, aunque todas estas referencias puedan parecer algo enrevesadas a modo de conjunción, podemos asegurar que el resultado es sintético y sencillo: pocos platos que consiguen ser un highlight en sí mismos dentro de una carta escueta y sabrosa.

Pocos platos que consiguen ser un highlight en sí mismos dentro de una carta escueta y sabrosa

Si ponemos nombres y apellidos a dichos hits del Elephant Crocodile Monkey, es esencial recomendar los Nem Ran, rollitos vietnamitas rellenos de cerdo, gambas y setas; o los sabrosos Shuiyiao, dumplings hervidos de cerdo y col, bañados en un adictivo aceite de chiles; o el Tod man pla, croquetas de pescado de lonja con boniato, y también salsa dulce de chiles. Todos ellos son platos que entran dentro de su categoría ‘small’, que podríamos traducir como los entrantes de la casa. La carta sigue con los platos ‘medium’ y ‘large’. Entre los primeros, encontramos clásicos instantáneos como el Curry de tierra, hecho con albondigas de vaca del Pirineo; y entre los segundos el Pescado cantonés, cocido entero al vapor en salsa de frijol fermentado y con chirlas. Los postres suenan tan bien como la Banana lumpia, que viene con helado de leche y miel de caña canaria, o el mango pudding, servido con sorbete de mandarina.

Este banquete de factura asiática deberá maridarse con su carta de vinos, todos ellos naturales y con DNI catalán en su mayoría -aunque también existen referencias del resto de España, Francia o Italia-, que vienen directos de viñedos como Partida Creus o el Celler Escoda Sanahuja. No obstante, también existe una extensa carta de cervezas de importación a las que vale la pena echar un vistazo.

Precio medio de la carta del Elephant Crocodile Monkey es de unos 35 € aproximadamente, aunque no está de más saber que cada mediodía hay también un menú que ronda los 15€ y que representa lo mejor de la cocina de Estanislao.

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