Una vuelta a lo de siempre es un as en la manga del que no todos los chefs disponen, y es que aunque parezca una cocina de batalla, sencilla, tiene más complejidad de lo que parece. Si, además, le quieres insuflar un aire modernito, la batalla la tienen ganada aquellos cocineros curtidos en más de una batalla gastronómica. ¿Te viene a Kulto?

De ahí, que el cocinero José Fuentes, un gaditano de adopción, pero de sangre madrileña haya convertido Kulto en un lugar de referencia para los paladares que quieren caer rendidos al producto.

La historia de Kulto no se entendería sin las vivencias del chef José Fuentes y su cocina en constante evolución

Un talento que este chef (curtido en aquel Balzac de Andrés Madrigal) sigue usando para convertir en oro todo lo que toca (con 43 años ya tiene cinco establecimientos repartidos por Menorca, Zahara de los Atunes y Madrid) y hacer que el cliente se sienta como en casa. Lo que nos pasa en Kulto.

Un restaurante donde el equilibrio entre la materia prima y la creatividad propia del que se sabe virtuoso se hace más que patente y obliga al comensal a dejarse caer por allí cada cierto tiempo.

Una oda al Madrid más castizo

Todo una declaración de amor por esas tabernas populares que siempre estuvieron llenas y se tenían como parada obligatoria casi dominical, y a la que Fuentes exprime acercando las tradiciones más queridos a unos paladares que no quieren perderse en temas baladí.

Un Kulto que en su fidelidad a Cádiz (segunda casa de Fuentes) sigue manteniendo el atún rojo de almadraba, la corvina, el borriquete o la vaca retinta, para l@s más carnívor@s, como sus productos estrella, mientras que otros platos como su tortilla de camarones de Barbate al estilo «Sam» vietnamita, orejitas de cerdo bravas, mollete de pringá, croquetas de chorizo ibérico ‘Joselito’, mollejas de ternera a la brasa, socarrat de garbanzos con puntillitas o callos a la madrileña saben cómo incluir al Madrid más de bar, más de tasca, más de taberna de barrio, y terminar la faena con su lemon pie, ya un clásico.