Cuando el bullicio de la capital llama a la aventura, pero el alma pide un remanso de paz y elegancia, el Sercotel Gran Hotel Conde Duque se alza como el destino perfecto. Una joya en el vibrante distrito de Chamberí que aúna la esencia castiza de Madrid con las comodidades más exquisitas y modernas, ideal para una escapada de fin de semana inolvidable.

Su localización todavía conserva un aire señorial y tranquilo, alejado del ruido, sin estar lejos de nada. Pasear por sus calles es un plan en sí mismo, ya que está lleno de rincones por descubrir, como por ejemplo, el Museo Sorolla y algunas galerías encantadoras, perfectas para una tarde de arte sin prisas, además de la icónica Gran Vía, escenario del inicio de tantas historias.

Sercotel Gran Hotel Conde Duque, elegancia castiza fusionada con el confort más moderno, convirtiéndose en el refugio ideal para tu escapada de fin de semana en el corazón de Madrid

Y una vez montado el plan, vamos a cargar pilas al hotel: el espacio parece hecho a medida para todo tipo de viajeros. ¿Vas por trabajo? El Conde Duque cuenta con espacios pensados para ti, como el Business Center y el Internet Corner donde podrás hacer scrolling o responder correos con tranquilidad. ¿Vas por puro placer? Entonces encontrarás habitaciones con distintas configuraciones (individuales, dobles, triples) y espacios que marcan la diferencia, como su Salón de Té, para desconectar en un entorno donde parece que se haya parado el tiempo, o un detalle inesperado que nos encantó: la Olvidoteca, un lugar donde descansan los libros que otros huéspedes han dejado atrás, esperando a que alguien más los descubra.

Un santuario de buen gusto y detalles para el viajero moderno

Adentrarse en el Sercotel Gran Hotel Conde Duque es sumergirse en un diseño cálido y acogedor, donde los tonos azules y las maderas nobles crean una atmósfera de sofisticación relajada. Cada una de sus 143 habitaciones es un ejemplo de buen gusto y versatilidad, pensada para abrazar a cualquier tipo de viajero, incluso a aquellos que deciden compartir su aventura con su mascota. Aquí, descalzarse es casi un ritual: suelos de madera invitan a caminar sin prisas, mientras que una cuidada selección de cuadros aporta personalidad.

Un refugio de distinción y bienestar, convirtiéndose en el lienzo perfecto para tu escapada madrileña de fin de semana. Volveremos a vernos, Madrid.