Siempre es un auténtico gustazo descubrir esos restaurantes donde se dejan el alma y el más puro talento para hacer que el cliente se sienta en palmitas. Puedo decir, y digo, que en La Morena no solo lo consiguen sino que, además, se pasan el juego.

Y es que no todos los días la cocina del mundo, esa que toma inspiración de aquí y de allá, esa que te recuerda a aquel viaje que hiciste o al que te queda pendiente por hacer, encuentra un place to be donde sentarse a su mesa es todo un placer.

Brayan Sevilla idea un menú degustación ideal para aquellxs a lxs que no les gusta tener que elegir o pretenden que la reserva resuelva con creces esa cita tan especial

Un local regentado por el chef Brayan Sevilla, junto a sus socios Jaime y Javier, que trató de replicar el éxito de La Morena Tarifa en la capital y que, en colaboración con Salinas Restauración (su mejor partner in crime), ha conseguido hacer disfrutar al personal con una propuesta sencilla, pero atrevida que no se pierde en tonterías y modas sin sentido, adaptando el producto de primerísima calidad de la variada despensa gaditana a las técnicas y recetas del Sudeste Asiático y Latinoamérica. Un logro alcanzado con acierto y mucho gusto, entre sabores atlánticos tan reconocidos como deseados, texturas tan modernas como hipnóticas.

Así, La Morena sigue apuntando maneras y no pierde fuelle, pues lo suyo ha sido ir ganando adeptos y marcar las líneas gastronómicas de un restaurante que no pierde el norte y que enamora a la primera. Solo hace falta probar esa porción de mantequilla que, elaborada en casa y cambiando de sabor cada semana, engancha como una droga y abre las puertas al paladar sibarita a una verdadera expedición culinaria que no quieres que acabe.

Porque si su mantequilla (la de mostaza de Dijon es un ‘apaga y vámonos’) está par cantarle una saeta, platos como el ceviche thai con lombarda y picada mediterránea, la ensaladilla rusa crujiente con ventresca de atún ahumada, las gyozas de costilla de cerdo con BBQ coreana, el arroz de campo y mar con torreznos, chantarelas guisadas y carabineros, el samm de cazón en adobo cítrico con airbag de cerdo y cebolleta, los chipirones en guiso con ñoquetis tostados, su kubak de rabo de toro con jugo de carne y cebolletas tatemadas o el rodaballo en tempura con emulsión thai se ganan todo nuestro respeto y la promesa de una vuelta, porque esa tarta de queso La Morena está para volver a hacerle otro favor.