¿Quién dijo que en verano no estaba bien visto tomar hidratos? Pues como las «reglas» están para saltárselas, nos pegamos un buen chute de ellos en Manifesto 13, un italiano tan tradicional como disruptivo.

Si eres de aquellos paladares sibaritas que se mueven en función de lo que esté de moda, Manifesto 13 es tu restaurante. Y es que este apertura está tan en boca de todos como impresionante es su puesta en escena gastro. Un 2×1 que no siempre se da, pero que aprovechamos porque lo que nos gusta es ir a jugar.

Las trattorias tradicionales tienen su hermana moderna en Manifesto 13

De ahí, que desde el preciso instante en el que cruzamos el umbral de Manifesto 13, sepamos que estamos en el lugar correcto. El sueño de los hermanos Nicholas y Mark Duncan hecho realidad, todo un homenaje de esta pareja de peruanos a la cocina italiana en toda su alargada existencia.

Un espacio que nos hace creer que nos hemos perdidos por el neoyorquino Little Italy, pero no, porque estamos en Chamberí y qué a gusto. Un marco ideal para la obra de arte que conforman todos los platos sobre sus mesas tenues y servidas por un plantel de camareros a los que no se les escapa ni el más nimio detalle.

Un Manifesto 13 molón y a la última donde cada plato supera al anterior y donde nuestro paladar va cayendo seducido por unas materias primas impresionantes y unas pastas tan frescas como abrir el grifo por la mañana.

Un verdadero festín donde destacan platos como la tosta de anchoas de Santoña con mantequilla artesanal de oveja y salsa verde, el pan con ragú de longaniza y pecorino, la espuma de remolacha con anguila ahumada y avellanas con yogurt y shiso, la lengua tonnata, los agnolotti de piña y parmigiano con mantequilla artesanal y salvia frita, la carrillera de res ecológica a la cerveza con patatas al horno o los rigatoni alla genovese como fin de fiesta por todo lo alto.

Un Negroni y a disfrutar, como dicen ellos, «a modo nostro». Amen.