Ponemos rumbo a las cercanías de Plaza de Castilla para descubrir Machico, un verdadero y muy auténtico bocado cosmopolita para aquellxs a lxs que este verano les toca pasarlo en la capital y no quieran dejar de viajar.

Porque si hay algo que nos queda más que claro, tras degustar todo lo bueno y rico de que disponen en Machico, es que es lugar para amantes de los viajes gastronómicos.

Un verdadero placer para el paladar al ritmo de materias primas de aquí y de allá, recetas con mucho poso callejero y unas elaboraciones tan modernas como alejadas de cualquier filtro de más.

¿Quién dijo que la cocina a pie de calle acabaría pasando de moda? Machico demuestra la larga vida que aún le queda.

Un Machico, en pleno barrio de Chamartín, que mima al comensal más curioso en cualquiera de sus dos plantas o en su terraza, y desde donde acercarse a esos sabores desconocidos y alejados a nuestra rutina.

Platos vistosos, que entran por los ojos, y que al son de opciones como la ensaladilla rusa o bravas estilo Machico, el aguacate a la brasa con steak tartar de Black Angus, las famosas empanadillas agripicantes o la coliflor asada a la parrilla de carbón con sus aderezos, sus tallarines indonesios con gambones y vegetales, el codillo a baja temperatura durante 24h marinado en salsa hoisin, la entraña de añojo a la brasa y verduritas salteadas con salsa yakiniku o la ventresca de atún a la brasa con su ajada, nos hacen olvidar que este verano en Madrid poco tiene que envidiar a cualquier destino con vistas al mar. Si no te consuela, es porque no quieres.