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Ariana Díaz Celma

Hace poco nos adentramos por fin en el Passatge Lluís Pellicer, un auténtico desconocido para Good2b mal que nos pese. Si bien habíamos oído que era la callejuela con más restaurantes por metro cuadrado de la ciudad, poco imaginábamos el magnetismo de este pasaje adoquinado. En nuestro paseo decidimos hacer stop en el Bistrot L’Escale, un acogedor restaurante de cocina de mercado afrancesada, pilotado por tres jóvenes inquietos que han convertido este espacio en un rincón gourmet muy a tener en cuenta.

Aunque el recetario francés es la base del Bistrot L’Escale, la carta tiene una fuerte influencia mestiza, algo muy propio también del país vecino, un auténtico melting pot de culturas y sabores. El encargado de dar rienda suelta a recetas tan sabrosas como especiales es Julien Rivoiron, que con menos de treinta años ha conseguido destacar con nota por su labor a los fogones.  Si alguien le ha seguido la pista, sabrá que su familia regentó el Café des Fédérations de Lyon -de donde es nativo-, que trabajó en Têtedoie, donde conoció a su socio Cristophe Almodovar, así como en el Sketch de Londres y en los barceloneses Osmosis y La Bellvitja. Un currículum vitae sobresaliente como la cocina que factura, teniendo en cuenta que Roivoron es aún un veinteañero.

Aunque el recetario francés es la base del Bistrot L’Escale, la carta tiene una fuerte influencia mestiza

Así pues, Roivoron y Almodóvar, junto a André Despacha, el jefe de sala, abrieron L’Escale hace escasos meses para el deleite gourmet de quien tiene un paladar clásico pero también atrevido y le gusta sentir la multiculturalidad en boca. Si ponemos nombre y apellidos a todo esto, descubrirás que aquí puedes empezar con un humus de brócoli, cilantro y chile verde, o con un hojaldre provenzal con cebolla confitada, tomate y anchoas. Sin que falten una buena selección de quesos y embutidos franceses, se puede seguir con segundos como los raviolis rellenos de berenjena ahumada con sésamo y hoja de parra, acompañado de un caldo de cebolla y té lapsang Souchon; el francesísimo magret de pato Calvert salvaje marinado con miso y acompañado con col lombarda fermentada con granada, shisho y granada fresca; o el ya clásico prensado de rabo de buey con puré de salsifi y rábano picante con semillas de mostaza en vinagre.

El precio medio de la carta es de unos 25€/30€ sin vino, aunque los indecisos pueden optar por un menú degustación sorpresa de seis platos por 43€, que siempre se presenta como una opción ganadora. Además, cada mediodía ofrecen un menú ejecutivo por 17€ -14,5€ si obvias uno de los platos-.

Como buen bistrot que se precie, la carta de vinos es otro de los puntos fuertes del Bistrot L’Escale

Como buen bistrot que se precie, la carta de vinos es otro de los puntos fuertes del L’Escale. De hecho, la barra que nos da la bienvenida solo entrar al restaurante es perfecta para degustar copas como la de Les Charmes 2015 o un Domaine Rivoiron Père et Fils y acompañarlas con un cheddar ahumado con madera de manzanos o tapas como las croquetas de reblochon, una rillette de carrillera de cerdo con cebolla roja y alcaparras en vinagre o un paté de pescado ahumado.

¿Aún no te hemos convencido? Sólo te queda perderte por el Passatge Lluis Pellicer y caer rendido ante sus encantos.

Detalles




  • Dirección: Passatge Lluís Pellicer, 12
  • Horario: L Cerrado ı M-M 13:00-15:30 ı 20:30-23:00 ı J-V 13:00-15:30 ı 20:30-23:30 ı S 13:30-16:00 ı 20:30-23:30 ı D Cerrado
  • Teléfono: (+34) 93 188 13 04
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://www.lescalebistrot.com