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Bru Romero

No podemos negar que la gastronomía española es variada y divertida como pocas. Es imposible aburrirse. Podríamos estar comiendo platos típicos de nuestras distintas autonomías o provincias y no repetir en semanas. Eso es, quizá, uno de los mayores atractivos de nuestra cocina, que según te levantes puedes tirar para el norte, para el sur, para el este o para el oeste y darte un buen homenaje como ocurre en Couzapín, donde las recetas a la asturiana se convierten en absolutamente imprescindibles. F: Cortesía de Couzapín

Dicen de él que es uno de los mejores asturianos que hay en Madrid. El caso es que no defrauda, pues desde que entras por su puerta sientes que has llegado a Asturias. Y es que este restaurante con mucho aire a sidrería es uno de los hotspots más buscados si lo que pretendes es comer bien, abundante y a buen precio.

Comida de casa, comida de siempre y ese toque a Asturias que es un triunfo es lo que encuentras en Couzapín, una sidrería como las de antes pero con ese toque a vanguardia que la conecta con el comensal más exigente. Un lugar donde la materia prima es fresca como pocas, el servicio es más que atento y los platos sobre la mesa un gustazo no solo para la vista, sino también para esa boquita que ya ha abierto boca con un poquito de sidra bien escanciada y una ración de Cabrales para untar.

Comida de casa, comida de siempre y ese toque a Asturias que es un triunfo es lo que encuentras en Couzapín

Un festín donde cada idea gastronómica se materializa en platos asturianos actualizados para la ocasión y que no pierden, en ningún caso, su sabor de siempre. De ahí que celebremos sus empanadas de bonito o chipirones en su tinta, sus anchoas del Cantábrico en salazón, el pudding de cabracho, las croquetas de Cabrales o el lacón aliñado, los fritos de pixín, sus taquitos de bacalao en tempura, su particular versión de la ensaladilla rusa o platos fuertes como las fabes con almejas, los callos a la asturiana, las verdinas con carabinero, el cachopo de ternera asturiana con cecina leonesa y queso Vidiago, su rabo de toro o una merluza de pincho de Cudillero que deja sin palabras.

Unas palabras que vuelven a resonar solo para ensalzar la ricura de unos postres que alimentan con tan solo verlos, y es que sus freixuelos caramelizados rellenos de compota de manzana, el astur-trudel de manzana o la tarta de queso sobre tierra de avellana no merecen menos. ¿Se te antoja pedírtelo para llevar? En Couzapín también se apuntan al fenómeno delivery. ¡Que no te falte de na’!

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