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Ariana Díaz Celma

Parece ser que Lablanca Bakery se ha instalado en el Eixample barcelonés para hacer añicos los tópicos relacionados con la pastelería americana. El primero: que el cupcake es el rey de los dulces en EUA. Entonces, ¿quién? Ni más ni menos que el bundt, un rico bizcocho con forma de roscón que viene en distintos sabores y toppings y que es el protagonistas de esta pastelería yanqui situada en el centro de Barcelona.

Otra de las creencias que el lugar ha desmontado es el hecho de que todos los pasteles engordan. Y no es que quieran convencernos de que son perfectos para la dieta, al contrario, sino que en Lablanca han conseguido importar lo mejor de la repostaría americana reduciendo grasas y calorías hasta en un 50%. ¿Cómo se consigue esto? Con horas de investigación y pruebas. Por algo Betina, la maestra pastelera del lugar, es profesora de repostería en Espai Sucre, donde conoció a Luis, la otra mitad del invento.

Pero no sólo de bundts va el asunto -no te vayas sin probar el de semillas de amapola con limón o el de carrot cake-, sino que aquí también se hornean otros guilty pleasures como los bagels, el clásico panecillo de origen judio o polaco que los americanos no tardaron en hacerse suyo, o los muffins -que no cupcakes-, así como los vintage cakes, pasteles con poca crema y casi nada de frosty, aunque con mucha fruta y bizcocho. También en Lablanca encontrarás helados de la casa hechos a base de yogurt, que puedes tunear in situ con los toppings que se te antojen. Podríamos decir que se trata de una de las pastelerías que más se acercan al concepto de slow food, pues en su preparación no se emplean procesos industriales, y una de las que más cuidan el hecho de que los productos con los que hornean todos sus dulces son de proximidad.

Lo mejor de todo es que todos los pasteles se muestran como si de un museo se tratara. El local, de 66m2, se reparte entre la tienda y el obrador, que queda a la vista de los clientes. El diseño gráfico del espacio, así como el de interiores, viene de la mano del joven estudio establecido en Vilanova i la Geltrú Mr. Cärtön. Carles Hernández y Toni Cabrera han conseguido crear un discurso propio y honesto en el lugar, sin pasarse de modernos ni tampoco de ñoños, como acostumbra a suceder con locales de esta especie. Blanco, luminoso y elegante, el local parece estar unido a la calle y la tienda al obrador, lo cual lo convierte en un gran escaparate.

Detalles




  • Dirección: C/Diputació, 207 Barcelona