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Ariana Díaz Celma

Cuando un francés -que responde a Eric Luthringer para más señas- decide dedicarse al business de la masa, el invento sólo puede tener un nombre: Messié Pizza. El crossover de origen francoitaliano -la primera parte del nombre es una catalanización de monsieur y la segunda hace referencia a uno de los platos más aplaudidos de todos los tiempos- resulta en un coqueto local de Gracia que se adapta al humor y necesidades de muchos, con el bigote como insignia, ese elemento tan hipster pero que tan bien define la escena frenchie que se representa en la casa. Si no lo conoces aún, te diremos que aquí encontrarás pizza a taglio con un claro componente gourmet.

Hace poco más de dos dos años que Messié Pizza abrió en Gracia para quedarse. El secreto de su éxito es luchar por un local sin pretensiones que defiende a ultranza los secretos de la pizza artesanal aunque con un punto sorprendente y original. En el lugar puedes degustar hasta 20 tipos distintos de la clásica receta italiana, con ingredientes que varían según la temporada. Para que te hagas a la idea, en otoño es fácil encontrar una pizza de boniato, champiñón y cebolla caramelizada o una de panceta, rovellons y camagrocs, con salsa de ajo y perejil. Obviamente, no faltan clásicos como la carbonara, la napolitana, la margarita o la cuatro estaciones. No obstante, si el Messié Pizza nos robó el corazón por algún motivo, ese fue su pizza dulce, hecha con mel y mató. Un imprescindible al que uno debe caer rendido sí o sí.

Aunque el local nace con espíritu de ser un restaurante de pizza a taglio, también es posible pedir cualquiera de la variedades entera. Y todo por un motivo sencillo: Eric quiere que todo el mundo se sienta cómodo en este local a medio camino entre bar y restaurante: aquel que sólo quiere picar algo y leer un libro en una esquina del local, o el grupo de amigos que pretenden entablarse hasta altas horas. Ninguna pizza llega a los 10 euros y cada porción cuesta 2,5.

Especial mención al extensísimo menú de cervezas del Messié Pizza, todas ellas artesanas y en su mayotía producidas en Barcelona. ¿Quién dijo que no éramos una ciudad cervecera?

Por cierto, con sólo un euro de cargo, ofrecen servicio a domicilio. ¿Qué más se puede pedir? Exacto, llegó el momento de hicar el diente a esta finísima masa.

Detalles




  • Dirección: C/Torrent de l'Olla, 65 Barcelona