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A principios de los ’60, en la soleada California los surfistas empezaron a regalarse los unos a los otros las medallas de St. Christopher como símbolo de protección. Se trataba de un auténtico ritual de amistad y de amor por este deporte. Así fue como St. Christopher se convirtió en el patrón de surfistas y viajeros de todo el mundo.

Su historia y originalidad no han pasado inadvertidas en la costa este australiana, en la costa californiana o en Hawaii. Y tampoco aquí. Gracias al proyecto Surf 1960 puedes conseguir medallas en dos tamaños y en multitud de colores. Surfistas, skaters, amantes del snowboard, del longboard y trotamundos en general,  ya sabéis que no podéis olvidar. Consíguelas en su tienda online con un clic AQUÍ.